La sentencia facilitada hoy por el Equipo de Gobierno del consistorio desestima en su totalidad el recurso contencioso administrativo presentado por una comunidad de propietarios contra diversas obras que forman parte del proyecto norte de la reforma de la M-30, en la zona de la Avenida de la Ilustración.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que hoy visitó la obras de prolongación del túnel de O'Donnell, aprovechó para celebrar la sentencia y animar a la oposición a que abandone su "discurso antigua y obsoleto de que Madrid tiene que seguir anclada en los años cincuenta del siglo XX".

Es una calle, porque discurre por la ciudadEn los fundamentos jurídicos de la sentencia, dictada el pasado 13 de enero, se lee que "ninguna duda cabe de que la M-30 es-al menos en la parte de trazado que nos ocupa- una vía urbana, naturaleza no sólo jurídica, sino fáctica, por discurrir por población, característica acentuada hasta el extremo en tramos como el de la

Añade que "el carácter de vía urbana le viene expresa y legalmente reconocido por haber cedido el Estado su titularidad al Ayuntamiento, conforme al art. 40.2 de la Ley de Carreteras", aunque precisa que el criterio "decisivo" para desestimar el recurso es que la M-30 "discurre dentro de un núcleo urbano, es de titularidad municipal y sirve principalmente a la necesidades de movilidad del municipio".

Al informar hoy de esta sentencia, el equipo de gobierno recordó además que esta decisión judicial "se sitúa en la misma posición adoptada por el Consejo de Estado en su dictamen de 29 de abril de 2004 respecto al carácter de vía urbana de la M-30" y que "viene a sumarse a los tres Autos dictados anteriormente por distintos órganos judiciales".

Ruiz-Gallardón celebra la sentencia

En declaraciones realizadas en el interior del túnel de O'Donnell, Ruiz-Gallardón afirmó que esta sentencia da a la oposición la "respuesta" que él no quiere expresar porque "no es el momento de mirar hacia atrás y de decir yo tenía razón".

La M-30 dejó de ser una autovía para convertirse en calle gracias a un acuerdo de 2004 entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Fomento, presidido en esa época por Francisco Álvarez Cascos. Entonces, el Ayuntamiento creó la empresa Madrid Calle 30, que gestiona las obras de remodelación en esta vía madrileña.

El acuerdo al que llegaron ambas entidades incluía el cambio de titularidad de la M-30, que pasó a ser propiedad del Ayuntamiento, y del tipo de vía, lo que posibilitaba que no fuera necesaria una declaración de impacto ambiental para la consecución de cualquier obra en su kilometraje.

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