La Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC) ha vuelto a alertar de las consecuencias del endurecimiento de la Ley Antitabaco ya que, a su juicio, la prohibición total de fumar en espacios públicos llevará a la "ruina" a miles de empresas del sector y, con ello, destruirá "decenas de miles" de empleos.

Para evitarlo, las 75 asociaciones que integran la Federación Española de Hostelería han propuesto a los grupos parlamentarios que se incorporen enmiendas a la modificación de la Ley Antitabaco que suavicen el texto del Gobierno.

Sin embargo, creen que sus propuestas corren "el peligro" de no ser incorporadas a la ley, y por eso, las asociaciones han remitido un comunicado a la prensa en el que inciden una vez más en los riesgos que supondría para el sector la prohibición total de fumar.

Según recuerdan en ese comunicado, los restaurantes, cafeterías y bares "están atravesando el peor momento de los últimos 70 años", con "30 meses consecutivos de caídas de ventas" según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), y con una pérdida media acumulada de más del 14%, que en el sector de bares y microempresas y del ocio nocturno supera "ampliamente" el 20%.

Aseguran que "miles de empresas están ya en la ruina y la confianza empresarial se ha hundido totalmente, porque no se alcanza a ver cuándo comenzará la recuperación".

En este contexto de "crisis extrema", creen que la prohibición total de fumar "provocará una caída adicional de ventas en el consumo hostelero de más del 10 por ciento, con lo que se asegurará definitivamente la ruina de miles de empresas y de decenas de miles de empleos".

Ante esta situación, los hosteleros proponen que se evite la prohibición total optando por la fórmula "mayoritaria" en Europa, la que se aplica en 24 de los 27 países de la UE.

En concreto, esto supondría permitir habilitar zonas para fumar de hasta un máximo del 30 por ciento de la superficie destinada a los clientes; y prohibirlo totalmente en los establecimientos que no habiliten estas zonas.

Estos espacios deberían estar físicamente separados y completamente compartimentadas, y contar con sistemas eficaces para la eliminación de humos. Además, en ellos no se realizaría servicio a los clientes por parte de los trabajadores y quedaría "terminantemente prohibido" el acceso de menores.

Según los hosteleros, con estas medidas se cumplen los tres objetivos en los que el Ministerio de Sanidad justifica la reforma de la ley para implantar la prohibición total de fumar, es decir, se protege a los menores, el derecho de los empleados del sector a no trabajar en ambientes insalubres, y el derecho de los no fumadores a encontrar en todos los espacios de hostelería espacios libres de humo.

A su juicio, si estas tres necesidades se puedan satisfacer con su propuesta, no se entiende que todavía haya grupos políticos que "insistan en imponer una prohibición total que arruinará a la hostelería".

"No aceptar la solución que proponemos los hosteleros, es querer infligir un daño absolutamente gratuito e inútil a la hostelería y al conjunto de la economía del país en el momento más difícil de su reciente historia", concluyen los hosteleros.