La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha comparado la Edad Media con la época actual y, al respecto, ha señalado que durante el medievo "el poder político y el eclesiástico se confundían y entraban en conflicto" y que actualmente, "también hay quien confunde los tres poderes y deja para siempre enterrado a Charles Montesquieu", el pensador francés que articuló la teoría de la separación de poderes.

Barberá se ha pronunciado así este jueves durante su intervención en la presentación de la última novela de la periodista Isabel San Sebastián 'Imperator', en un acto celebrado en la capital valenciana en el que también ha participado el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons.

La alcaldesa de Valencia ha evocado el siglo XIII, el período en el que se desarrolla la novela histórica de Isabel San Sebastián, y ha comparado esta época con la actual. Así, ha destacado que si en esta "convulsa" etapa, "las pugnas por el poder y la gloria se dirimían habitualmente a sangre y fuego, hoy se dirimen a golpe de primarias".

"Era un tiempo entonces en el que la disidencia se castigaba con la excomunión, ahora con no salir en la foto", ha comentado la alcaldesa, quien ha explicado que "entonces esto le pasaba incluso al emperador y hoy también pasa si eres presidente". A su juicio, "apartarse del camino siempre lleva a la muerte, entonces física y hoy política".

"ayudar a los amigos"

Por su parte, González Pons, que también ha rememorado la Edad Media, ha destacado la figura de Pedro II de Aragón, quien también aparece en la novela, y ha señalado que "fue un rey caballero, solidario, del que nos podríamos sentir orgullosos, un rey que acudía en defensa y ayuda de todos sus amigos", algo que, a su juicio, constituye "un valor muy poco común entre los dirigentes de nuestro tiempo".

Además, el dirigente 'popular' ha apuntado durante su presentación que en esta novela histórica aparece el Reino de Aragón, "decisivo para la historia de España y al que Isabel llama por su propio nombre: Reino de Aragón, y no con otros nombres menores que, con el tiempo, han ido intentando ponernos para hacernos creer que en realidad no fuimos aragoneses sino otra cosa".