El escritor gaditano Mariano Rivera Cross presenta este jueves en la Fundación Caballero Bonald, en Jerez de la Frontera (Cádiz), su nuevo libro 'Sofonisba Anguissola: Una pintora italiana en la corte de Felipe II', donde reivindica la figura "increíble y fuera de lo normal" de la pintora italiana nacida en nacida en 1533.

En una entrevista concedida a Europa Press, Rivera ha afirmado que la obra pretende recuperar la figura de una mujer "increíble en su vida personal, donde afrontó y solventó todos los problemas que surgieron hasta los más de noventa años de vida, y como pintora, para lo que tuvo que sortear bastantes obstáculos.

Es un personaje que tenía que reivindicar como figura literaria para el conocimiento de la sociedad, ha dicho, señalando que su lucha en la vida fue "increíble". La novela relata con trazos reales e imaginarios la vida de la genial pintora Sofonisba Anguissola, nacida en 1533 en Cremona (Italia) y fallecida en la ciudad italiana de Palermo, rebasados los 90 años.

Su vida, según ha explicado, comienza por la férrea educación de su padre que para que llegara a ser pintor, llevándola a las cortes de Ferrara y Milán, hasta dar el paso de la Corte de Felipe II, "lo máximo a lo que podía llegar un pinto en el siglo XVI". No obstante, ha precisado que ella, por ser mujer, no podía ostentar el cargo de pintor de Corte, por lo que vendrá como aya de las dos hijas de la reina de Isabel de Valois, segunda mujer de Felipe II. "En los 13 años que está en España tiene que superar, entre otras cosas, la lucha intestina con otros pintores como Sánchez Coello o Pantoja de la Cruz", ha añadido.

'Sofonisba Anguissola: Una pintora italiana en la corte de Felipe II' es la continuación de la anterior obra de Rivera Cross, 'La parrilla invertida', donde profundizaba en el corazón de Felipe II y ofrecía un estudio psicológico del monarca y "por primera vez en la historia de la literatura se hace referencia a su aunténtico amor Isabel de Osorio". No obstante, ha precisado que ahora, de nuevo, se hace referencia a la Corte de España, recogiendo las relaciones entre pintores, de Anguissola con Isabel de Valois, con Felipe II, Isabel de Osorio, reflejando la España del siglo XVI.

Rivera ha confesado que, trabajando en la documentación de la anterior novela, descubrió el personaje de la pintora italiana, despertando un interés especial sin conocerla. De esta manera, supo que tenía el ala este del Alcázar de Madrid, concedido por el monarca, destinado para ella como lugar de pintura a su llegada a España, así, el escritor creía que "ambos podían tener una relación especial" y la dejó apartada para abordarla más tarde.

Si bien, según ha indicado, comprobó que no existía tal relación, pero si un "personaje con aristas, que tiene que vencer la presión del padre para lograr libertad o enfrentarse a su posible esterilidad". "Un personaje digno de una novela, reivindicando la lucha de la mujer por sus derecho, la justicia y libertad", ha asegurado.

Dada la ausencia obligada de su firma en los cuadros, solamente el paso del tiempo la irá reconociendo como autora de estos retratos de los personajes más ilustres, una vez que se han ido identificando sus pormenores técnicos y su sello o marca personal. Según el escritor jerezano ahora se le han atribuido cuadros que, hasta el momento, se pensaban que eran de El Greco o de Tiziano.

Por último, ha subrayado que se está ante un personaje con multitud de posibilidades, por lo que haber fijado la mirada ante cualquier aspecto reduciría su grandeza, pues "con ella se iniciaría lo que más tarde se conocería como impresionismo", como bien recogía Vasari en su libro de teorías, ha comentado.