La tasa de temporalidad en España, un arma de doble filo, según el Nobel de Economía

  • Si es cuantiosa, provoca una segmentación del empleo.
  • Aunque, por otro lado, también puede ser una oportunidad, debido a que los contratos temporales son útiles para las empresas.
  • Pissarides advertía de que la alta tasa de temporalidad española podría provocar un "súbito y rápido" aumento del desempleo.
El paro llegará al 20% en 2011, según las previsiones de Funcas.
El paro llegará al 20% en 2011, según las previsiones de Funcas.
EP
El paro llegará al 20% en 2011, según las previsiones de Funcas.

El Premio Nobel de Economía 2010 Christopher Pissarides considera que la tasa de temporalidad es un 'arma de doble filo', pues, por un lado, si es cuantiosa, como en el caso español, provoca una segmentación del empleo, aunque, por otro lado, también puede ser una oportunidad, debido a que los contratos temporales son útiles para las empresas.

Pissarides hizo esta reflexión en la presentación de un estudio, hace dos años, que elaboró junto a la profesora Barbara Petrongolo en el marco de una reunión de expertos organizada por la Fundación Ramón Areces.

Allí, el actual Premio Nobel de Economía señaló que cuando la tasa de temporalidad es elevada, como ocurre en España, divide a los trabajadores en dos grupos: los que tienen contratos indefinidos y, por tanto, una baja probabilidad de ser despedidos, y los que tienen contratos temporales, con costes del despido tan bajos o nulos que corren un alto riesgo de caer en el desempleo.

Entonces, Pissarides advertía de que la alta tasa de temporalidad española podría provocar un "súbito y rápido" aumento del desempleo si la economía entraba en recesión, como así se ha demostrado. El profesor de la London School of Economics explicaba que, en una situación así, se necesitaría una política económica que acompañara a los parados, es decir, que fuera generosa, al menos durante un corto periodo de tiempo, en sus prestaciones por desempleo.

El Nobel precisó que en una recesión económica, las empresas dejan de renovar los contratos de los empleados temporales, causando un rápido aumento del paro, al tiempo que no contratan nuevo personal para sus plantillas, elevando a su vez la duración del desempleo.

La temporalidad, también una oportunidad

Pero la temporalidad también puede ser una oportunidad, señalaba Pissarides. En su opinión, los contratos temporales no son necesariamente malos. De hecho, consideraba que en España han sido útiles y que podían seguir siéndolo ante una recesión económica, pues los temores de una empresa a contratar se reducen si saben que pueden hacerlo de manera temporal. El lado negativo es la segmentación que provocan del mercado laboral y la alta rotación que sufren estos trabajadores entre el empleo y el desempleo.

En otros países, recordaba Pissarides, la introducción de la temporalidad no ha sido tan exitosa como en España. Es el caso de Francia, Italia y Grecia. El estudio revelaba que tanto las tasas de destrucción de empleo como de creación del mismo son importantes para explicar la dinámica del paro en España. Basándose en datos de finales de 2004, cuando la tasa de desempleo española se encontraba en el 10%, se afirmaba que el 40% del incremento del paro se debía a la destrucción de puestos de trabajo y el 60% a la menor creación de empleo.

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