La Policía Nacional detecta en Oviedo dos casos de simulación de delito

El Grupo III de la Jefatura Superior de Policía de Asturias ha detectado en Oviedo dos nuevos casos de simulación de delito. Se trata de dos casos de robo con intimidación que se esclareció no llegaron a producirse.

El Grupo III de la Jefatura Superior de Policía de Asturias ha detectado en Oviedo dos nuevos casos de simulación de delito. Se trata de dos casos de robo con intimidación que se esclareció no llegaron a producirse.

Así, el primero se produjo hace una semana cuando una joven de 27 años se personó en la Comisaría y denunció que cuando se disponía a cruzar el puente de la zona de Ventanielles con la intención de coger un taxi, un hombre se abalanzó sobre ella.

En su denuncia siguió manifestó que tras intimidarla con una navaja la obligó a que le entregara un maletín. Al negarse sacó una jeringuilla, aprovechando el hombre para quitarle el maletín que contenía un ordenador portátil y documentos muy importantes para ella.

La joven llegó incluso a llamar al teléfono de emergencias que la derivaron al Cuerpo Nacional de Policía. El Grupo III descubrió que el robo no había existido y que en realidad el maletín había sido extraviado por la joven.

El otro hecho tuvo lugar el día 9 cuando un hombre de 31 años se personó en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Oviedo para denunciar que cuando iba caminando por la Avenida Galicia se le habían acercado tres individuos.

Según su versión, uno de ellos, había sacado una navaja obligándole a entregarle su móvil ante la amenaza de "reventarle la cabeza". Ante su negativa, el individuo que portaba la navaja le propinó un pinchazo en el antebrazo derecho, para acto seguido, meterle la mano en su bolsillo y sustraer el teléfono móvil.

El Grupo III descubrió que existían lagunas importantes en la versión de los hechos, llegando a contradecirse continuamente. Se descubrió que el teléfono móvil no había sido robado sino que lo había perdido y que incluso lo había recuperado en un bar de la ciudad.

El mismo confesó posteriormente que ese día estaba borracho y que había tenido problemas con tres personas y que para "fastidiarles," había denunciado los hechos, siendo falso que le intimidaran con una navaja, ni lógicamente que le hubieran robado el teléfono móvil. El hombre fue imputado, no detenido, como presunto autor de un delito de simulación de delito.

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