Representantes de la Xunta, de la dirección de Vulcano y del Banco Popular se reunirán este miércoles para negociar la aportación de avales que permitan mantener la actividad en el astillero vigués, con la construcción del buque sísmico 533, tras la apertura de un proceso pre-concursal por parte de la empresa.

El futuro del astillero quedó seriamente comprometido tras frustrase la venta de su filial de Gijón, Juliana, y al no celebrarse la Junta de Acreedores por la ausencia de los principales afectados, Pymar y el Banco Popular. Así las cosas, la única posibilidad de mantener el trabajo en la grada viguesa es concluir la construcción del buque 533, para lo que Vulcano precisa avales para una línea de crédito por 21 millones de euros.

La Xunta se había comprometido, por medio del propio conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, a facilitar esos avales y, tras una reunión de la dirección de Vulcano y del comité de empresa con el director xeral de Industria, Ángel Bernardo Tahoces, se ha fijado una reunión para este miércoles con el fin de buscar los mecanismos financieros que garanticen el trabajo de la empresa a corto plazo.

Los sindicatos han advertido de la necesidad de que se garanticen esos avales antes de que la empresa entre en proceso concursal, y han reconocido que el futuro de Vulcano depende del compromiso de la Xunta, después de que haya sido la única administración con representación en Pymar que se ha mostrado favorable a la concesión de avales -frente a la opinión contraria de los representantes empresariales, de otras Comunidades Autónomas y del Ministerio de Industria—.

Suspensión de pagos

El astillero vigués quedó abocado este viernes a entrar en proceso concursal (antigua suspensión de pagos) tras cancelarse la Junta de Acreedores por falta de quorum. En esa Junta se iba a firmar un convenio por el que se vendían las instalaciones de Juliana a Armón por 16 millones de euros -lo que servía para pagar a los acreedores de Juliana— mientras que se trasladaba a Vigo el barco que se estaba construyendo en Gijón, el sísmico 535.

A esta situación se unió la negativa de Pymar a conceder nuevos avales a Vulcano, por lo que la empresa no puede afrontar la conclusión del barco que tiene en la grada de Teis, en Vigo. Por todo esto, gran parte de los 130 trabajadores de la plantilla de Vulcano -son un millar contando empleo directo e indirecto— mantuvieron un encierro en las instalaciones de la empresa desde el pasado jueves hasta el sábado.