Tras dos meses de encierro el rescate ha empezado. Tres mineros chilenos atrapados en Atacama ya han abandona la gruta en la que han vivido durante este tiempo.

Los mineros están saliendo en la cápsula 'Fénix 2', y no en la 'Fénix 1', que también había sido probada con éxito. La cápsula está más "preparada para el rescate" y en ella bajaron tres socorristas a la mina antes de iniciar la salida de los mineros. Pasadas catorce horas, bajarán otros dos.

Transcurridas catorce horas, bajarán otros dos socorristas para completar la tarea. Los obreros están siendo sacados por un conducto de 622 metros de extensión en un recorrido que dura unos quince minutos, a través de un mecanismo de polea de 250 caballos de fuerza, a una velocidad promedio cercana a un metro por segundo.

A esto se se suman otros diez minutos para preparar e instalar a cada minero y unos 20 para que la cápsula vuelva a descender. Un total 1.800 metros de cable se despliegan a través de "palomas" para mantener la comunicación entre los trabajadores y la superficie. Después de una prueba con la cápsula vacía, el primero en bajar fue un socorrista minero, que informó sobre el estado del conducto.

En seguida bajó un enfermero con medicamentos para tratar desde dolores de cabeza hasta infartos cardiacos, según los encargados de la tarea.

Los cinco primeros mineros en salir -tres de ellos ya lo han hecho, Florencio Ávalos , Mario Sepúlveda y Juan Illanes- después los once señalados como los más débiles y por último 17 seleccionados como los fuertes del grupo. Conforme vayan saliendo, los mineros pasarán a un espacio especialmente habilitado, compuesto por una sala de primeros auxilios y un policlínico, donde se les hará el primer chequeo médico de emergencia.

Permanecerán 48 horas en observación

Después cada trabajador está siendo trasladado a un recinto médico de campaña donde se les practican exámenes psicológicos y dentales, se les administra suero y vitamina D y pueden reencontrarse con dos de sus familiares por unos breves minutos. Después serán trasladados en helicóptero al hospital regional de Copiapó, a 45 kilómetros de distancia, donde serán sometidos a un exhaustivo chequeo médico y permanecerán al menos 48 horas en observación.

Los mineros llevan puestos unos trajes diseñados a su medida, y utilizan además unas gafas de sol especiales para protegerse de la luz solar y evitar posibles daños en sus ojos después de haber permanecido más de dos meses en la penumbra.