En una entrevista que publica hoy el diario El País, Aguirre añade que se ha "demostrado" que contra ETA "no han valido ni los GAL ni el diálogo" y subraya que "hay que acabar con ETA mediante la aplicación de toda la legalidad".

Aguirre asegura que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "ha dado un giro en esta cuestión, de ser el proponente del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo y votar a favor de la Ley de Partidos ha pasado a hacer una serie de gestos dirigidos a los etarras", como el de "permitir" que el Partido Comunista de las Tierras Vascas "esté en el Parlamento vasco".

"Como no creo que el presidente del Gobierno sea tonto, ni que sea malvado, simplemente creo que hace estos gestos hacia los etarras, pensando que de esta forma va a conseguir que abandonen las armas. Yo, la verdad, creo que no, El diálogo lo han intentado casi todos los Gobiernos de España. Y no ha servido de nada. Ni el GAL sirvió de nada. Lo que vale es la ley", dice Aguirre.

La dirigente del PP afirma que Zapatero "está perpetrando y permitiendo" la ruptura del consenso constitucional, y subraya que "eso es algo muy grave".

Sobre el nuevo Estatuto de Cataluña, dice que para poder aprobarlo, necesitaría "que no encubriera una reforma constitucional, que no fuera tan intervencionista como es y que no impusiera obligatoriamente lo que hasta ahora ha sido una sociedad bilingüe".

Recalca que "considerar que Cataluña es una nación contraviene la base de la Constitución española", y afirma que "sobre el sistema de financiación no sabemos nada".

Sobre la reacción de varios militares contra el Estatuto de Cataluña, recuerda que "en una democracia avanzada, tienen que estar en silencio y a las órdenes del único poder que existe, que es el poder civil", aunque agrega que "es verdad que muchos españoles estamos preocupados por la deriva del señor Rodríguez Zapatero".

Aguirre subraya que el presidente del PP, Mariano Rajoy, ganará las próximas elecciones generales porque "Zapatero está en caída libre", está "dándole la vuelta como un calcetín a todos los consensos básicos que había en España" y eso "le va a costar muy caro electoralmente".