Trasladando esas circunstancias a este lado del Telón de Grelos, sin duda Galicia é máis milagreira: aquí tenemos tantas casas como los que más y con los sueldos aún más precarios, y además fue la segunda comunidad española en la que más creció el precio de la vivienda en 2005. Se agranda, pues, la zanja abierta entre costes y poder adquisitivo de los potenciales compradores.
De manera que si, pese a ello, el negocio funciona, efectivamente debe ser milagro. O cousa do demo. Ahora que la Xunta vende el humo hogareño de las casas que ayudará a construir, cualquier día nos da el consuelo de convocar al cura de O Corpiño con su incensario, José Dosión, experto y activo exorcista, para pasearlo y sacar os demos del sector.
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