En tan sólo dos semanas, desde el 27 de septiembre al 11 de octubre, 35 muralistas de más de 20 nacionalidades diferentes ha convertido la barriada sevillana de San Pablo en un museo "al aire libre". Se trata de una iniciativa internacional llevada a cabo por la ONU y en la que bajo el nombre 'Arte para todos' la organización, pretende reflejar algunos de los objetivos de las Naciones Unidas como son el desarrollo sostenible o la igualdad entre el hombre y la mujer.

En declaraciones a Europa Press Televisión, Raimund P.Kurz, portavoz de Incoming&Incentives, la gestora internacional del Proyecto, ha asegurado que esta iniciativa fomentará la "frecuencia de turismo en el barrio" haciendo de él un "centro cultural" donde se enriquecerá "el empleo".

Además ha declarado que muchos de los artistas que participaron suelen cobrar alrededor de "un millón de dólares" por obra y que, sin embargo, se emprendieron en esta "aventura" sin ánimo de lucro alguno. Igualmente, Kurz reveló que la muestra artística podrá disfrutarse durante los próximos "cinco o seis años".

Por su parte, los vecinos de la zona, quienes recibieron la actividad con "ilusión", quedaron plasmados ante tales "obras de arte" puesto que como aseguraron les "atrapa" en un paseo "alegre y colorido" a la vez que "decoran el barrio".

Artistas entregados

Ante tal expectación, los artistas se sintieron "bien recibidos" y calificaron el apoyo del vecindario como "fundamental".

Así las cosas, Cristina Salas, una de las artistas colaboradoras, manifestó que hubo mucha "interacción" con los vecinos que a su vez aportaron "numerosas ideas al dibujo". Además, la artista explicó que fue un trabajo "muy instintivo y sin boceto" y que de ahí se forjó el "buen contacto" con la comunidad.

Los compañeros de mural de Salas, los hermanos Suárez, gemelos puertorriqueños afirmaron que eligieron aquella fachada por la "complejidad que presentaba", estableciéndose como reto hacer de un "muro invisible" un dibujo "absurdo, fantástico y colorido" que llamara la "atención de los transeúntes".

De otro lado, el muralista Sergio Vergara, encargado de decorar con "motivos infantiles" la guardería del barrio pretendió transmitir, a través de su obra, todo lo que "un niño transmite: pureza, alegría, ilusión, sueños...". Para llevar a cabo su trabajo, Vergara sólo necesitó cinco días, mucha pintura y el apoyo de los vecinos que, a golpe de ánimos como "eres un artista", motivaron al pintor para finalizar "rápida y eficazmente" su obra.

Así, Sevilla fue la ciudad elegida para esta segunda edición que se inició en Honduras en el año 2004 y con la que el Ayuntamiento y la empresa de limpieza Lipasam colaboraron para llevarla a cabo.