La presidenta de CC, Claudina Morales, ha afirmado que los canarios han quedado, tras el fallecimiento del ex presidente regional Adán Martín, "huérfanos de un político que, a lo largo de su amplia trayectoria, destacó por su visión integradora de Canarias, el encaje de las islas en la Unión Europea y su preocupación por el desarrollo y la cooperación con los países del entorno geográfico del archipiélago".

En un comunicado, la nacionalista quiso rendir homenaje a Martín revisando algunos de sus discursos durante su etapa final como presidente del Gobierno de Canarias, en los que hay reflexiones que muestran de manera meridiana "a un político con plena confianza en el desarrollo de Canarias, pero con los pies en la tierra".

"Siempre en la vida he luchado por estar a la altura de las circunstancias, de las responsabilidades que se me daban, siempre ha sido mi gran preocupación si alcanzaba y daba la talla para esa responsabilidad. Ustedes me entregaron la más alta que se le puede dar a una persona, me he entregado a ella con lo mejor de mí. Hoy yo les deseo lo mejor: para los que nos vamos, en la vida, fuera; para los que se quedan, para que sigan trabajando por esta tierra. Nadie acierta siempre, les aseguro que lo sé, yo he procurado equivocarme lo menos posible. (Adán Martín Menis ,16 de abril de 2007)", apuntó.

Morales indicó que éstas fueron las últimas palabras pronunciadas por Adán Martín como presidente del Gobierno en el Parlamento de Canarias. Era su despedida de la Cámara tras cuatro años de intensa actividad como jefe del Ejecutivo.

"Hoy se despedía para siempre —añadió la presidenta de CC—, en un hospital de Barcelona, tras luchar hasta el último segundo contra el cáncer, acompañado por su esposa, Pilar Parejo, su familia, sus amigos y quienes, desde la distancia, hemos seguido con una mezcla de esperanza y preocupación su evolución hasta su adiós definitivo".

Asimismo, explicó que durante su último debate sobre el estado de la nacionalidad, en enero de 2007, apuntilló su intervención con una reflexión que, en estos tristes momentos, me gustaría rescatar para subrayar la esencia del mensaje que nos deja Adán Martín:

"No aspiraba ni aspiro a un mundo idílico. El conflicto de intereses, la confrontación de aspiraciones, la contraposición de soluciones han estado ahí siempre. Las sociedades avanzadas no se caracterizan por la ausencia de conflictos sino por su capacidad para encauzarlos en unos casos, para neutralizarlos en otros y acabar superándolos siempre, y vuelta a empezar. Los que prometen soluciones fáciles e inmediatas para todo no van con la verdad por delante o incluso, y hasta es peor, se autoengañan, creyéndose Mesías con capacidades milagreras".