Suspendido el juicio contra Viajes Caribú de Valladolid por enfermedad de uno de los abogados

Fiscalía pide cinco años de prisión para cada uno de los procesados

La Audiencia de Valladolid se ha visto obligada a suspender el juicio que tenía previsto celebrar este mes de octubre contra los dos responsables de Viajes Caribú en la capital, Belén B.A. y Arcadio L.M, la primera de ellas titular del negocio y el segundo empleado, como presuntos autores de un delito de apropiación indebida cometido en el verano de 2008 sobre más de una treintena de clientes de quienes cobraron distintas cantidades por la gestión de paquetes vacacionales que éstos no pudieron disfrutar.

La vista, que se iba a desarrollar en la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia provincial a partir del día 19 de octubre y que, según las previsiones, se iba a prolongar hasta el día 22 del mismo mes, ha tenido que ser suspendida a causa de la enfermedad de uno de los letrados personados en el proceso, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La Fiscalía vallisoletana considera que ambos imputados cometieron una apropiación indebida y solicita para cada uno una pena de cinco años de prisión, el pago de una multa de 3.000 euros y la obligación de indemnizar a los clientes con las cantidades que éstos abonaron.

Por su parte, la acusación particular discrepa con respecto al Ministerio Fiscal en cuanto a la calificación de los hechos, ya que los califica de estafa continuada, e interesa para cada uno de los acusados una pena de dos años de privación de libertad y la correspondiente multa.

Se da la circunstancia de que tanto Belén B.A. como Arcadio L.M. fueron juzgados el pasado mes de abril por otro delito de apropiación indebida por hechos anteriores, en este caso sobre la compañía Renfe Operadora, a la que dejaron de liquidar entre octubre y diciembre de 2004 más de 14.600 euros por la comercialización de billetes de transporte, si bien ambos, pese a reconocer la deuda contraída con dicha mercantil, fueron finalmente absueltos ya que, según entendió la Audiencia Provincial, dicho delito había prescrito.

Ahora, ambos imputados volverán a sentarse en un banquillo por hechos que fueron destapados cuando el día 30 de julio de 2008 los responsables de la agencia colgaron el cartel de "vuelvo en unos minutos", sin que la empresa volviera a abrir sus puertas desde entonces, y algunos de sus clientes comenzaron a descubrir que los viajes que habían concertado no podían realizarlos porque el dinero desembolsado no había sido utilizado para tal fin.

La titular de la agencia, sita en el número 17 de la calle San Martín, Belén B.A, aconsejada por sus familiares, se entregó a la policía voluntariamente el día 5 de agosto de 2008, horas después de que su empleado, Arcadio L.M, fuera detenido tras la denuncia que las presuntas víctimas presentaron tras sentirse estafadas por ambos. Los dos fueron puestos al día siguiente en libertad provisional sin fianza, pero con la obligación de comparecer en el juzgado cuando así fuera necesario.

Problemas económicos.

En sus declaraciones, los imputados reconocieron haber percibido el dinero de sus clientes pero alegaron que éste no llegó a los mayoristas debido a los problemas económicos por los que atravesaba la empresa, de ahí que el letrado defensor de ella enmarcara en su momento lo sucedido no en un delito de estafa o de apropiación indebida sino más bien en una cuestión civil, "como máximo un ilícito civil", al tiempo que recordó que dicha agencia jamás había tenido un problema y que contra ella tampoco había sido presentada tampoco denuncia alguna ante la Oficina del Consumidor.

Dicho letrado cuantificó entonces en algo más de 20.000 euros el montante global desembolsado por los afectados y en más de una treintena el número de afectados, ya que los expedientes contratados por la agencia no supera esa cifra y cada uno de ellos puede haber sido contratado por una o más personas.

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