Estábamos amenazados por unos gitanos y pensé que era un ajuste de cuentas. Pido perdón de corazón a la familia de ese hombre». De esta manera, ante las cámaras de Antena 3, se expresaba, poco tiempo después de entregarse a la Policía española en la frontera de Portugal, Ricardo Suárez, presunto autor de los disparos que acabaron con la vida de Gaspar García en la calle Isaac Peral, de Sevilla. La Policía sevillana le seguía la pista desde hace días, pero ha sido su abogado, Javier del Rey, quien le ha convencido para que se entregase. Desde el pasado 8 de enero, cuando disparó contra el celador, ha estado escondido en Ovar, una localidad portuguesa a 30 kilómetros al sur de Oporto. Hoy pasa a disposición judicial.