Casas viejas divide a vecinos y ‘okupas’ en el barrio de S. Luis

Los jóvenes que viven allí dicen que sólo hacen actividades culturales y los vecinos, que 50 familias no soportan tanto ruido.
La casa ‘okupa’ Casas Viejas, en el barrio de San Luis, tiene enfrentados a los vecinos y a los jóvenes que viven allí desde hace ya casi cuatro años. Unos dicen que allí se llevan a cabo actividades culturales y que han adecentado un lugar que estaba abandonado. Y los otros, aunque hay algunos vecinos que están del lado de los ‘okupas’, denuncian que resulta muy difícil vivir en la zona por culpa de las molestias que ocasionan estos jóvenes.«Los vecinos que protestan son sólo 4 ó 5, pero no vienen a hablar en persona con nosotros. –afirma Iván, uno de los ‘okupas’–. Dicen que ponemos la música fuerte hasta las cuatro de la madrugada y no es verdad. Apagamos a las doce. Además, hemos acondicionado todo esto, hicimos reformas, una biblioteca, un baño... para que estuviera más decente. Lo único que hacemos aquí son talleres y actividades, pero respetando los horarios».

La asociación vecinal del Pumarejo ha iniciado una recogida de firmas contra la ocupación del inmueble. Con ellas pedirá a Urbanismo que lo cierre y destine el terreno a nuevas viviendas. «El ruido que hacen es insoportable para los que viven cerca y además, existe el peligro real de que la casa se venga abajo, ya que está en muy mal estado», dice un representante vecinal.

En primera persona...

Daniel. Trabaja de malabarista y ensaya en Casas Viejas. «Aquí encuentro un espacio para reunirme con otros compañeros y enseñarnos unos a otros. Este sitio cubre unas demandas culturales que los artistas no podemos encontrar en otro sitio. Es un espacio cultural que no debe desaparecer».

María. Vecina a favor. «Soy la vecina más cercana a ellos y ni me han molestado ni hacen ruido ni nada. Al revés, ellos han saneado este sitio que antes estaba lleno de ratas y entraba gente a pincharse. Me parece muy interesante lo que están haciendo, promover la cultura en el barrio».

Ángel Hueso. Pte. asoc. vecinos del Pumarejo. «No protestamos por gusto, es sobre todo por seguridad. La casa está en muy mal estado y se puede caer. Además, siguen haciendo ruido. Hay 50 familias afectadas. El día 30 nos reuniremos con Urbanismo y le plantearemos el problema».

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