Más de 15.000 empresas familiares canarias afrontan su relevo generacional en medio de la crisis económica

El 34% ha planificado el proceso de traspaso de poderes y ha decidido quién será el sucesor de la compañía

Más de 15.000 empresas familiares, en medio de la crisis económica, están afrontando el traspaso de poderes de padres a hijos, un proceso de sucesión que desemboca en que más del 60 por ciento de este tipo de negocio no alcance la segunda generación, tal y como ha expuesto en una nota de prensa la vicepresidenta de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife, Ángeles Palmero, con motivo de la jornada 'El relevo generacional, el testamento y la supervivencia de la empresa familiar'.

Organizada por la* Cámara de Comercio y Montero Aramburu Abogados con la colaboración de CajaCanarias, la jornada contó también con la participación del director comercial de la citada entidad financiera, Óscar González Tabares; el director en Canarias del Departamento de Derecho Tributario de la firma Montero Aramburu Abogados, Javier Ortega Trujillo; y el vicepresidente de la Asociación de la Empresa Familiar en Canarias, Rosendo Cabrera Hernández.

Según ha explicado la vicepresidenta de la Cámara de Comercio, "el gran talón de Aquiles, el punto más vulnerable de la empresa familiar es el relevo generacional, ya que cuando los fundadores quieren pasar el testigo a sus hijos lamentablemente imperan más los criterios de afectividad frente a decisiones objetivas que miden habilidades, preparación profesional, compromiso de trabajo, etcétera".

Tal y como ha comentado Ángeles Palmero, el peso de los negocios familiares en las islas como fuente de riqueza y de puestos de trabajo es hoy por hoy indudable. Sin embargo, muchas de ellas tienen un tiempo corto de vida, ya que mueren en el momento del relevo generacional. De hecho, los datos indican que sólo el 40 por ciento alcanza la segunda generación y entre un 5 y un 15 por ciento la tercera.

En Canarias, más del 20% de los negocios familiares se encuentran en estos momentos afrontando la etapa sucesoria, pero sólo el 34% de ellos han planificado el proceso de traspaso de poderes y ha decidido quién será el sucesor. El Protocolo Familiar es un documento que recoge "las reglas del juego" del sistema empresa-familia-propiedad, según ha explicado Cabrera Hernández.

Mayor número de conflictos

Durante su intervención, el director en Canarias del Departamento de Derecho Tributario de la firma Montero Aramburu Abogados ha confirmado que es precisamente el proceso de sucesión el que mayor número de conflictos provoca dentro del funcionamiento de la empresa familiar. De ahí que abogue por el establecimiento de un acuerdo previo en esta materia.

Asimismo, el representante de la firma Montero Aramburu Abogados ha demandado a los actuales gestores de las empresas familiares un mayor esfuerzo en la planificación y la preparación del Protocolo Familiar para hacer frente a los problemas. Al mismo tiempo, llamó la atención sobre la necesidad de desvincular los conceptos de empresa y familia y buscar asesoramiento jurídico especializado en este tipo de negocio a todas aquellas cuestiones que puedan ser motivo de conflicto.

Por su parte, el vicepresidente de EFCA ha coincidido también con esta visión y determinó que la planificación del proceso sucesorio es vital para garantizar la permanencia del negocio familiar. De hecho, ha comentado que la continuidad de estos negocios depende, en gran medida, de las acciones tomadas por los miembros de las familias empresarias.

A su juicio, estas medidas deben ser planeadas, diseñadas, implantadas y monitoreadas desde que la empresa se encuentre en un momento de sana convivencia. Para que las acciones llevadas a cabo por los dueños de las empresas sean eficientes y efectivas deben estar contenidas en un plan estratégico específico para este fin.

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