El Tribunal de Apelación de Tánger (Marruecos) ha ratificado la sentencia de tres años de cárcel y una multa de 177.000 euros para Jorge Cano y Juan José Ramírez, los dos vecinos de Los Barrios (Cádiz) acusados de ser propietarios de una moto de agua encontrada con droga, según han indicado a Europa Press fuentes municipales.

Los dos vecinos barreños están acusados por la justicia marroquí de narcotráfico por haber descubierto en las cercanías de su situación una moto acuática con ocho fardos de hachís. Ambos reclamaban desde hacía varias semanas que el tribunal que los juzga aceptara nuevas pruebas, lo cual hicieron en una apelación celebrada el 28 de septiembre.

Los dos vecinos de Los Barrios estuvieron acompañados durante la apelación por una comisión representante del Ayuntamiento de Los Barrios, formada por un miembro del equipo de gobierno, Salvador Acosta (PSOE), y dos ediles de la oposición; Jorge Romero (PA) y Maite Corrales (PP).

La delegación barreña esperaba que cuando se dictara sentencia pudieran "volver a casa". Por contra, el Tribunal de Apelación lo que ha hecho es ratificar la primera condena que se les pedía, de tres años de cárcel.

Según las fuentes consultadas por Europa Press, la familia de los dos pescadores "está destrozada" y hasta el momento desconoce si tienen que ingresar en prisión e incluso si hay posibilidad de apelar la sentencia.

Jorge Cano y Juan José Ramírez explicaron a Europa Press tras ser "retenidos" en Tánger que su situación respondía a un "error", detallando que todo comenzó cuando salieron de Algeciras con idea de pescar en El Estrecho y, desorientados por la niebla, acabaron en la costa alauita, considerando la Gendarmería marroquí que son los responsables de una moto acuática con más de 200 kilos de hachís que fue localizada a 800 metros de donde fueron encontrados.

Desde que fueron "retenidos" han estado en libertad vigilada y sin poder salir de Tánger, ya que la autoridad judicial solicitaba para ellos tres años de prisión y 180.000 euros de multa por supuesta posesión e intento de tráfico de estupefacientes y por entrada ilegal en aguas marroquíes. Ambos vecinos han mantenido en todo momento su inocencia y han asegurado que son víctimas de un desafortunado malentendido.