El fabricante alemán de automóviles Opel, del grupo General Motors, ha confirmado que cerrará a finales este año la factoría belga de Amberes, tras finalizar el plazo que se dio para encontrar un inversor que se hiciera cargo de estas instalaciones.

De esta forma, la multinacional alemana confirma la información difundida por el sindicato belga ACS-CSC Metea, quien aseguró que la empresa no ha encontrado ningún comprador que estuviera dispuesto a adquirir la fábrica con las condiciones adecuadas.

"De acuerdo con nuestro conocido plan de reestructuración, continuaremos con la producción en Amberes hasta finales de este año. Después, suspenderemos la producción y la fábrica será cerrada", indica Opel en un comunicado.

La compañía dice que seguirá abierta a negociar "una propuesta razonable" durante el proceso de cierre de las instalaciones belgas, pero subraya que la fase de búsqueda "activa" de un inversor ha terminado.

La fábrica de Opel en Amberes cuenta con una plantilla de 2.600 trabajadores, y su cierre se enmarca en el plan de reestructuración de Opel, que contempla la supresión de 8.300 empleos en toda Europa, 900 de ellos en la planta aragonesa de Figueruelas.

No obstante, en abril pasado la dirección de Opel aceptó una propuesta de los trabajadores de Amberes para constituir un grupo de trabajo que buscara un inversor que se hiciera cargo de la factoría belga.

La compañía automovilística dio como plazo hasta el pasado 30 de septiembre pare encontrar este inversor. Tras el fracaso de la iniciativa, la planta de Amberes se cerrará a finales de año y la empresa aplicará a los trabajadores el plan social previsto.