Más de la mitad de accidentes de tráfico sucedidos en las carreteras catalanas son por culpa de distracciones de los conductores. En seis de cada 10 siniestros, el factor humano y la velocidad son determinantes, según datos del Servei Català de Trànsit (SCT).

En este sentido, de los 269 fallecidos registrados durante 2009, 169 (un 63%) fueron consecuencia de choques frontales o salidas de la vía de los vehículos, dos de las causas vinculadas a los excesos de velocidad y despistes. También más del 70% de los fallecidos este verano, sobre todo el mes de julio, cuando el asfalto se cobró 32 vidas, ocurrieron por estos motivos.

Acciones aparentemente sencillas como encender un cigarrillo y fumar, manipular el GPS, hablar por teléfono (aunque sea a través del manos libres), poner un CD o cambiar la emisora de la radio son determinantes. De hecho, lo es "cualquier movimiento que requiera entre uno y cuatro segundos", apuntan desde Trànsit. Y es que un segundo es "un volantazo".

Desde la asociación Stop Accidentes van más allá y suman otras posibles causas de distracción, como "la música a un cierto volumen y las pantallas de DVD en los asientos traseros", asevera una portavoz de la entidad, Jeanne Picard.

Causa principal

Según un estudio del Reial Automòbil Club de Catalunya (RACC), las distracciones son la cuarta causa de accidentalidad vial, por detrás del consumo de alcohol o drogas, las infracciones y la conducción agresiva.