La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha apuntado la necesidad de evitar que se perpetúen los estereotipos y los prejuicios que "injustamente" recaen sobre las personas que padecen alguna enfermedad mental, todo ello en relación a las distintas informaciones publicadas sobre la muerte en el barrio sevillano de Nervión de una mujer a manos presuntamente de su hijo, un joven con una enfermedad mental.

En un comunicado de prensa, ha señalado que las personas con enfermedad mental "tienen grandes dificultades para lograr la recuperación debido a las discriminaciones y el rechazo social que sufren por el hecho de padecer la enfermedad, más que por la enfermedad en sí", añadiendo que "ese rechazo se basa en estereotipos y creencias erróneas que la sociedad acepta como válidos".

En este sentido, hace referencia a estudios científicos que avalan la desvinculación entre la enfermedad mental y los comportamientos agresivos, como por ejemplo el elaborado por Julio Bobes, 'Violencia entre los pacientes con esquizofrenia que siguen la medicación: prevalencia y factores asociados', una investigación según la cual, "de las más de mil personas estudiadas en España, sólo un cinco por ciento mostró un comportamiento agresivo, una agresividad que era más verbal que física".

La Junta dice que "la inmensa mayoría de las personas que padecen una enfermedad mental lleva una vida normalizada y a lo largo de su vida jamás muestra una conducta violenta, con el apoyo de su entorno y con el tratamiento adecuado por parte de los servicios correspondientes", y especifica que los medios de comunicación "son la principal fuente de información sobre la enfermedad mental para el 90 por ciento de la población, y su trabajo es fundamental para desterrar prejuicios y estereotipos, de manera que pueden contribuir a dar una imagen más objetiva de las personas que tienen problemas de salud mental".

Luchar contra el estigma de la enfermedad mental

Por este motivo, la Consejería de Salud recalca que "no es de recibo por parte de los distintos medios de comunicación el uso de expresiones del tipo 'un enfermo mental mata...' o 'un esquizofrénico mata...', en las que se vincula la enfermedad que una persona puede padecer a la comisión de un hecho violento, agresivo o delictivo", ya que considera "esencial" una información "objetiva y una comunicación adecuada como herramientas fundamentales para luchar contra el estigma de la enfermedad mental".

Asimismo, recuerda que la Administración autonómica ha desarrollado varias campañas para concienciar de que la enfermedad mental "es común, puede afectar a todas las personas por igual, tiene tratamiento y la persona se puede recuperar", todo ello para "lograr así hacer frente al estigma y la discriminación social que sufren los afectados". "Nadie es un enfermo mental, ya que no se puede identificar a la persona con la patología", apostilla.

Por otro lado, el Grupo de Sensibilización sobre Salud Mental de Andalucía vinculado al Plan Integral de Salud Mental de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha hecho público un comunicado en el que pone de manifiesto que "las personas con enfermedad mental no son más violentas que otras personas, pues esa es una afirmación sin base científica, que hemos heredado de siglos de incomprensión y rechazo a la enfermedad mental y con mucho arraigo en la sociedad, tanto que parece incuestionable".

Al hilo de ello, considera "lamentable" que en "la sociedad haya una tendencia a atribuir a la enfermedad mental cuando sucede un crimen horrible o inexplicable", ya que "la asociación de la maldad o de los actos irracionales con la enfermedad mental es injusta". "La enfermedad mental se convierte así en presunta culpable siempre que haya un crimen, sin que se haya constatado que así es y sin tener en cuenta las repercusiones que tiene en este colectivo", sentencia.