La fotógrafa Cristina García Rodero ha plasmado en una selección de 120 imágenes, que se exhiben hasta el 19 de diciembre en el Museo Valenciano de Etnología, "la fuerza y plasticidad" del mágico mito venezolano de María Lionza desde una visión que retrata no sólo la violencia de los trances sino también "la belleza y expresividad" de estos rituales.

García Rodero, en rueda de prensa para presentar esta exposición, acompañado del diputado provincial de Cultura y el director del Museo, ha definido de este modo el resultado de 10 años de indagación de este importe culto extendido entre las clases bajas venezolanas a lo largo del siglo XX a ese María Lionza, conocida como "la diosa de los ojos de agua".

Así, la Premio Nacional de Fotografía ha rememorado que se acercó a este mito al oír hablar de él durante una exposición suya en Caracas (Venezuela) e inmediatamente se enamoró de él y de la "calidad, generosidad, amabilidad" de sus gentes de modo que volvió para captar "las particularidades" de este culto en las montañas de Sorte, en plan cordillera de la costa venezolana donde se celebran estos rituales, durante 10 años cuando su trabajo como profesora se lo permitía, en la semana en que los creyentes bailan sobre fuego.

De este modo, esta prolongada estancia le permitió, ha narrado, abordar este desconocido ritual y desmontar sus primeras impresiones de que este extraña ceremonia los "trances eran fingidos" para darse cuenta de que realmente aquellos que creen en la magia de esta "diosa, mujer, hembra, virgen" entraban en un estado de sock que les permite "coger fuerza para luchar contra todos los males". "Precisamente la leyenda cuenta que la belleza de esta mujer es la que llevó a la perdición a su pueblo", ha sintetizado fotógrafa de Puertollano.

"No es peligrosa pero sí que impresiona y da incluso un poco de miedo la fuerza que adquieren los tambores, las personas velando, todos apoyando con rezos y cánticos hasta que bajan los espíritus rodeando de tambores", quien se ha referido a las dificultades que tuvo que pasar en la selva para tomar estas fotografías, muchas de ellas a escasos centímetros de los rituales con los que se pretenden para sanar de todos los problemas, especialmente de salud.

Una de ellas retrata el puñal calvado en el cuello de un hombre con el que pretende que salgan todos los males y al que también se le entrega otro puñal para que lo clave en la tierra y mate así a todos sus males. La primera española que ha entrado en la mítica agencia Magnum ha explicado que esta obra forma parte de 'entre el cielo y la tierra' el trabajo con el que intenta trabajar sobre "los dos aspectos más importarte para el ser humano: el cuerpo y la Fe".

Por su parte, el diputado de Cultura, Salvador Enguix, ha destacado que esta exposición es una nueva aproximación de García rodero a los diferente conflictos culturales y sociales, mientras que el director del museo ha resaltado la oportunidad de esta muestra fotográfica porque para profundizar en la diversidad de las formas de creer que tienen los humanos y ha recalcado que supone un "auténtico privilegio" contar con una de las fotográfas más relevantes de panorama español.