Los sindicatos se muestran "satisfechos" con el seguimiento de la huelga en Baleares y aseguran que "ha sido un éxito", por lo que, en su opinión, debería servir para que el Gobierno "rectifique" en cuanto al contenido de la reforma laboral. De ser así, la secretaria general de CCOO, Katiana Vicens, se ha mostrado partidaria de iniciar un periodo de "diálogo" con el Ejecutivo central.

Por su parte, su homólogo en UGT, Lorenzo Bravo, ha remarcado en la rueda de prensa que han ofrecido de forma conjunta, que, sin contar la "escasa participación" de los funcionarios, ésta es "probablemente" la huelga que ha contado con un mayor seguimiento, sólo por detrás de la convocada en 1988.

No obstante, Bravo ha lamentado la falta de apoyo por parte de los pequeños y medianos comercios, que, en su opinión, son los "principales afectados" por la reforma laboral y los recortes llevados a cabo por la Administración estatal, que, ha dicho, disminuirán el poder adquisitivo de los consumidores.

En esta misma línea, el secretario general del Stei, Biel Caldentey, ha apostillado que los sindicatos "no están derrotados", y con respecto a la reforma laboral, ha admitido que a fin de hacer despegar la economía podría ser necesario un reajuste encaminado a reducir el déficit público, si bien ha matizado que éste debería haberse hecho mediante una reforma fiscal que "grave más a los que más tienen" y no recortando los derechos de los trabajadores, que, en su opinión, "bordean la marginalidad".

Por lo que se refiere a los servicios mínimos, la máxima responsable de CCOO en las islas ha señalado que "no sólo se han respetado, sino que se han garantizado", así como que no se ha producido ningún altercado derivado de la presencia de piquetes en algunas zonas del archipiélago.