Cada vez que cae un chaparrón, la zona de Salvador Allende se inunda, sobre todo, desde que urbanizaron Parque Goya I y II. Para evitarlo, los técnicos municipales plantearon instalar un colector con varias tuberías nuevas de 2,40 metros de diámetro.

A los vecinos, que en su mayoría residen desde hace años en el distrito, no les convencía esta solución. «Nos parecía una obra faraónica. Querían instalar conducciones detrás de la autopista. Era caro y precisaba expropiaciones, lo que podía retrasar las obras casi una década», indicó a 20 minutos Luis Torres, presidente de la Asociación Picarral-Salvador Allende.

Colector en desuso

Algunos residentes recordaban que cuando eran pequeños habían jugado en una gran tubería. Los vecinos investigaron y consiguieron unos planos donde aparecía un colector de gran diámetro en desuso. Propusieron al Consistorio cambiar su complejo proyecto por uno que incluyera este viejo colector.

Y así se hará. El proyecto del colector de aguas pluviales, redactado según las prescripciones de los vecinos, saldrá en breve a exposición pública. Contempla la construcción de un emisario y cinco colectores de gran diámetro conectados a un depósito de laminación de 9.275 m3. Estará al final de Salvador Allende y será necesario restringir el tráfico en la zona cuando arranquen las obras. Pese a ello, los vecinos están muy satisfechos.

Reinversión en el distrito

Los vecinos del Rabal quieren que el Ayuntamiento reinvierta en el distrito el millón de euros que se ahorra en el colector, ya que fueron ellos quienes aportaron la idea. Además, piden que hasta que arranquen las obras se active un protocolo de actuación cada vez que caiga un chaparrón: policías que corten el tráfico, bomberos achicando agua y operarios de FCC limpiando. Además de ejecutar el colector, el Consistorio mejorará la pista deportiva al aire libre e incluirá juegos infantiles.