Europa vive su periodo de huelgas más activo en décadas a raíz de la crisis actual

Trabajadores europeos se manifiestan en las calles de Bruselas (Bélgica), el 29 de septiembre, convocados por los sindicatos europeos.
Trabajadores europeos se manifiestan en las calles de Bruselas (Bélgica), el 29 de septiembre, convocados por los sindicatos europeos.
EFE
Trabajadores europeos se manifiestan en las calles de Bruselas (Bélgica), el 29 de septiembre, convocados por los sindicatos europeos.

Hacía décadas, desde los duros años de la reconversión industrial, que el fantasma de la huelga no recorría Europa. El auge económico -por más que pudiera ser un espejismo- sumado al declive de la influencia sindical redujo sensiblemente el número de protestas en casi todos los países del continente.

Hoy,  en un escenario de crisis económica, austeridad y recortes sociales, a las puertas de una convocatoria de paros en toda Europa, pocos son los países que no cargan a sus espaldas con jornadas de huelgas parciales o generales en el último año.

España vivió su huelga general el 29-S (la séptima de la democracia, la primera que soporta el Ejecutivo Zapatero). El seguimiento, según los sindicatos y a falta de datos oficiales del Ejecutivo, fue del 70%; en manifestaciones como la de Madrid la convocatoria recibió el apoyo en la calle de 500.000 personas, según los sindicatos, una cifra que la Policía rebajó a 40.000 y la empresa Lynce a 17.228. Un centenar de personas fueron detenidas en los incidentes que se sucedieron durante la jornada.

Países del entorno como Francia -con cinco- o Grecia -con cerca de una decena- suman el mayor número de movilizaciones en Europa. En otros casos, como sucede en los países del Este, las protestas, aunque hayan ocupado menos espacio en los medios, también han sido frecuentes.

FRANCIA

El 23 de septiembre tuvo lugar la quinta huelga general contra la decisión del Ejecutivo de Nicolas Sarkozy de retrasar la edad de jubilación, uno de los asuntos tabú en Francia desde las reformas del presidente socialista François Mitterand.

La pugna entre sindicatos y Gobierno es una carrera contrarreloj, pues la reforma, que supondrá el retraso de la edad de jubilación de los 60 hasta los 62 años, ya ha superado el trámite de la Asamblea General y está a expensas de su aprobación por el Senado.

De los cinco paros generales, el cuarto, que tuvo lugar el 9 de septiembre, fue el más multitudinario. Faltaban una semana para que fuera aprobada la reforma por los diputados y aquella jornada los poderosos sindicatos franceses sacaron a la calle a varios millones de trabajadores y paralizaron el país.

GRECIA

La respuesta de los trabajadores griegos a los draconianos recortes de su Gobierno en el último año se ha traducido en casi una decena de huelgas generales y multitud de paros parciales en sectores concretos, como el transporte o los funcionarios.

Jornadas de protesta que, a diferencia de lo sucedido en otros países, sí han alterado en varios grados la paz social. Antes del verano, en plena vorágine de la crisis de la deuda que dio como resultado el rescate del país por las instituciones UE y el FMI, Grecia vivió su huelga general más cruenta: tres muertos, edificios en llamas y gases lacrimógenos.

Desde entonces, las manifestaciones, paros y protestas no han cesado. La situación del país, lejos ya del abismo de una posible bancarrota, tardará bastantes años, según los expertos y las instituciones económicas, en regresar a la normalidad.

ITALIA

En los países del sur de Europa las huelgas y manifestaciones han sido más frecuentes que en los del norte. Italia es otro de los socios comunitarios que han aprobado planes de ajuste del déficit y que, como respuesta a los mismos, han visto crecer el descontento social y las protestas callejeras.

El cada vez más inestable Gobierno de Silvio Berlusconi sufrió una huelga general a las puertas del verano. El principal sindicato del país, el CGIL, llamó a los trabajadores a salir a la calle contra los ajustes presupuestarios que en aquel momento se debatían y que finalmente, a pesar de la jornada de paro total, fueron aprobados.

Este miércoles, aunque no habrá huelga general como en España, Italia secundará con diversos paros las protestas convocadas por los sindicatos europeos.

ALEMANIA

La locomotora de Europa está, según los últimos datos macroeconómicos, marchando de nuevo a un ritmo esperanzador. El Gobierno de la canciller Angela Merkel también realizó en su momento el llamado "recorte más severo de sus historia". Medidas de contención que fueron recibidos con recelo por países en peor situación y que suscitaron malestar entre los trabajadores alemanes.

A pesar de ajustarse el cinturón a la medida de la ortodoxia del déficit, en Alemania no ha habido huelgas generales ni manifestaciones o protestas del nivel de las ocurridas en otros países europeos. La excepción alemana, a pesar de los indicadores que dicen que la calidad de vida está retrocediendo, se antoja previsible por las condiciones laborales sustancialmente mejores que la media europea.

REINO UNIDO

Como en España hasta este miércoles, en el Reino Unido no ha habido todavía ninguna huelga general. Los planes de recortes se retrasaron, con respecto a la media europea, debido a la inestabilidad política y los cambios en el Gobierno tras las elecciones que desalojaron del poder a los laboristas.

Fue el nuevo Gobierno de David Cameron el encargado de concretar y anunciar los consabidos planes de ajuste. Medidas anticrisis y presupuestos menguados que han provocado ya protestas en diferentes sectores. Las últimas, esta misma semana, en los transportes públicos: los trabajadores del Metro de Londres llevaron a cabo su primera jornada de paro total que tendrá continuidad los próximos días.

PORTUGAL

Los recortes sociales y los ajustes fiscales en el país vecino han sido menos drásticos y traumáticos que en otros países de Europa. Esta peculiaridad ha determinado que los conflictos sociales no hayan tenido tanta visibilidad ni frecuencia.

Con todo, las calles de las Oporto y Lisboa han visto desfilar a trabajadores descontentos con los planes aprobados por el Ejecutivo socialista que dirige José Sócrates.

A comienzos de marzo pasado tuvo lugar una huelga general de funcionarios públicos que puso en jaque a los transportes, hospitales y escuelas y que ha sido calificada como una las más multitudinarias de los últimos años.

IRLANDA

El fin del milagro irlandés (crecimientos a la japonesa, aumentos salariales, etc) trajo consigo un programa de recortes similar a los aprobados el continente.

Las protestas y los paros en Irlanda se remontan a 2009, cuando los planes para hacer frente a la recesión supusieron la rebaja en el sueldo de los funcionarios y el recorte de prestaciones sociales así como la subida de determinados impuestos.

“Los inevitables ajustes”, como dijera entonces el Gobierno, en la misma línea discursiva que el resto de ejecutivos comunitarios, fueron contestados en la calle con marchas en las principales ciudades -Dublín y Cork, principalmente- y con una huelga de la función pública que tuvo lugar en noviembre de 2009.

RUMANIA

De los países del Este de Europa, muy afectados por la crisis económica, Rumanía es quizá uno de los que han vivido una situación más delicada.

El recorte al que se vio obligado el Gobierno conservador, presionado por las instituciones europeas y por el FMI, supuso, entre otras medidas, la reducción de un 25% en el sueldo de los funcionarios y la subida del IVA en cuatro puntos.

Frente a esta  situación, el país ha vivido jornadas de paros -como la huelga general que tuvo lugar en el mes de mayo- que se han intensificado tras el verano. Desde hace una semana se suceden de nuevo las manifestaciones y las protestas, en especial de los funcionarios públicos, uno de los colectivos más afectados por los recortes.

BULGARIA

Otro de los países de Este de Europa más afectados por los planes de ajuste en respuesta a la crisis. Como en el caso de la vecina Rumanía, el FMI instó al Gobierno búlgaro a ajustar su déficit lo que obligó a reducir el sueldo de los funcionarios e incrementar el IVA. A lo anterior se une las elevadas tasas de paro y los bajos salarios en relación con la Europa rica.

La reacción social, ya desde 2009, incluyó manifestaciones y protestas que en ocasiones se saldaron con fuertes disturbios, detenidos y heridos. En el mes de junio el país vivió su primera huelga general, y no se descartan nuevas movilizaciones.

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