El director del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, Miguel Alba, ha afirmado que la entidad estudiará una "solución" al "problema" en el acceso rodado a través del Acueducto de San Lázaro que tenga "la menor incidencia" en el monumento.

"Las ciudades están para ser vividas y existe ahí un problema", ha señalado Alba, quien ha apuntado que "habrá que valorar cómo hacerlo para que tenga la menor incidencia y dé solución a ese problema".

Ha apuntado que se elaborará un "estudio en profundidad" y se valorará "si es mejor resolver el problema de una tacada —en referencia al acceso de vehículos y de personas— o el peatonal, que es el más urgente". En cualquier caso, ha añadido, se trata de un "tema que está en estudio pero todavía no ha pasado por la comisión ejecutiva" del consorcio.

Miguel Alba ha realizado estas declaraciones a preguntas de los periodistas en una rueda de prensa en Mérida en la que ha estado acompañado por el alcalde de la ciudad, Ángel Calle, quien ha señalado a este respecto que "se debe abrir un vano" para facilitar el paso de peatones y vehículos.

Calle ha recordado que en dicha zona "se ha producido una nueva concentración de población" debida a las nuevas viviendas de 'Mérida III Milenio', las instalaciones de la Junta de Extremadura, la comisaría y el edificio del 112.

No obstante, ha indicado que "tendrá que ser el consorcio" el que "apruebe esto", porque se trata de un monumento y hay que "tratarlo con el máximo de los respetos", aunque "es absolutamente necesario para que los ciudadanos puedan pasar", ha reiterado.

Nuevas termas

Por otra parte, preguntado por las termas ubicadas en la confluencia de las calles Pontezuelas y travesía de la Rambla de la Mártir Santa Eulalia, en el solar que ocupaba Resti, Miguel Alba ha destacado que la intención es que puedan estar abiertas al público "antes de final de año, en diciembre".

El director del consorcio ha explicado los trabajos de la panelería comenzaron el pasado mes de junio y, desde comienzos de septiembre, se están desarrollando los trabajos de "restauración, consolidación y limpieza" del entorno.

Una vez terminada esta fase, así como la excavación de una zona "que no se pudo tocar en intervención arqueológica", se finalizarán los trabajos con el cierre y la iluminación.

Además, aunque los restos arqueológicos estarán abiertos al público, siguiendo la "filosofía" de que "no haya barreras entre el monumento y el ciudadano", se colocarán vallas de respeto para informar hasta dónde se puede acceder, ha explicado Miguel Alba.