Sólo durante un año la población extranjera de la provincia de Granada ha aumentado en un 35%. Y si echamos la vista más atrás se puede apreciar el enorme crecimiento de los inmigrantes. Hace cinco años eran poco más de 8.000, y hace una década, la mitad de esa cifra.

Ahora, los inmigrantes son una parte cada vez más importante en la vida de las ciudades y pueblos de la provincia, sobre todo en la costa, atraídos por la demanda de mano de obra de los invernaderos.

El mayor exponente es Motril, donde había en el año 2000 algo más de 300 extranjeros, y a 1 de enero de 2005 superaban los 4.000. En Albuñol hace un lustro los inmigrantes no llegaban al centenar. Ahora son más de 800 sobre una población de unos 6.000 vecinos. En Polopos, han pasado de 36 a 495 y son un tercio del total.

Armilla es otro municipio que ha visto multiplicar por diez sus residentes inmigrantes (de 81 a 921), esta vez como localidad dormitorio de la capital.

Casi 11.000 en Granada capital

La ciudad de Granada contaba el año pasado con 10.874 extranjeros empadronados, 2.000 más que en 2004. Suponen ya el 4,6% de la población total. Y a pesar del crecimiento de inmigrantes, la capital perdió habitantes, porque fueron más los nacionales que se fueron (3.300) que los extranjeros llegados. Los inmigrantes se han multiplicado por 3 desde el año 2000.