Lo cierto es que, cuando se trata de hacer apuestas sobre posibles candidatos para las próximas elecciones, los funcionarios de la Casa Blanca sacan a relucir una y otra vez el nombre de la secretaria de Estado.

Preguntado el martes en su rueda de prensa diaria sobre cuándo EEUU tendrá una mujer presidente, McClellan mencionó que Rice acaba de regresar de la ceremonia de investidura de la primera mujer jefa de Estado en Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf.

"Voy a evitar meterme en esto porque creo que ella ha dejado claro qué es lo que piensa. Pero tengo mis propias ideas sobre el gran trabajo que ella podría hacer", explicó McClellan.

La semana pasada, en una entrevista concedida a la cadena de televisión CNN, Laura Bush aseguró que le encantaría ver a Rice como candidata en las elecciones, aunque recordó que "ella ha dicho que por supuesto que no va a presentarse".

"Por supuesto que me gustaría que se presentara. Es fantástica", aseguró la primera dama estadounidense.

En repetidas ocasiones, Rice ha querido dejar clara su falta de interés en el puesto de máxima responsabilidad en el país y, en cambio, ha mencionado que le gustaría regresar a la enseñanza en la Universidad de Stanford, en California, el trabajo que abandonó para incorporarse a esta Administración.

Aunque aún faltan tres años para los próximos comicios presidenciales, las conjeturas ya se han disparado en torno a quiénes puedan ser los candidatos tanto dentro del Partido Republicano como del Demócrata. El presidente de EEUU, George W. Bush, no puede presentarse a otra reelección y el vicepresidente Dick Cheney, que padece problemas cardiacos, ha dejado claro que tampoco lo hará.

Entre los republicanos, el senador John McCain, que ya fue derrotado por George W. Bush en las primarias de 2000, coquetea con una nueva candidatura, aunque para el ala derechista del partido es un aspirante demasiado moderado.

Los "puntos fuertes" de Rice

Rice contaría con el atractivo de que es mujer, es de raza negra -lo que podría atraer votos entre esa comunidad, que tradicionalmente vota a la opción demócrata-, y su índice de popularidad sobrepasa el 60 por ciento, por encima del propio George W. Bush, que no llega al 50 por ciento.

La candidatura de Rice ya ha comenzado a ser promocionada en varios sitios de Internet, que la ven como la respuesta perfecta de los republicanos si entre los demócratas se confirman las aspiraciones a la presidencia de la senadora y ex primera dama estadounidense Hillary Clinton. Pero algunos analistas han apuntado que Rice carece de experiencia en elecciones políticas y señalan que una opción sería que optara a la vicepresidencia, quizá de "número dos" en la campaña de McCain. Ello le permitiría bregar en el duro proceso electoral para optar a la jefatura del Estado cuatro años más tarde, conjeturan los analistas.