La pareja de María de León Reyes 'Adela', asesinada en 2008 supuestamente a manos de su ex novio, ha rechazado este miércoles parte del relato fiscal al desconfiar de que la joven se fuera voluntariamente con su agresor, un conocido hostelero gijonés al que todos llamaban 'El Patata'. Asimismo, ha opinado que la pena solicitada, 20 años, es "insuficiente", ya que es probable que no la cumpla íntegramente.

En declaraciones a Europa Press, José Antonio Diego ha señalado que su novia le tenía miedo a este hombre, pero que no quiso denunciarle por temor a que les hiciera algo a sus hijos. Además, ha mostrado sus dudas sobre que agresor y víctima mantuvieran relaciones sexuales poco antes del asesinato, ya que en la autopsia no figura.

"Ya se verá el día del juicio", ha indicado sobre el relato fiscal de los hechos. Y es que para Diego no concuerda el que hayan tenido relaciones sexuales ni que ella hubiera ido por su propia voluntad con su supuesto asesino. "Me extraña", ha apostillado.

Según él, 'El Patata' andaba rondándola en el trabajo. "Ella me lo dijo", ha agregado antes de explicar que, pese a que le animó a denunciarlo, nunca quiso hacerlo por miedo a que les pudiera pasar algo malo a sus hijos.

De hecho, en varias ocasiones el hostelero les vigilaba y meses antes llegó a quemarle el coche, según Diego, aunque no llegaron a sospechar que podría llegar tan lejos. "Pensábamos, ya cansará", ha indicado antes de sentenciar que "al final hizo lo que quería".

Pena insuficiente

Respecto a la pena, ha señalado que estaría bien si la cumpliera de forma íntegra pero ha añadido que, tal como está la Justicia, la condena "va a convertirse en nada". De hecho ha expresado su convencimiento de que cumplirá tan sólo entre 10 o 12 años, mientras que el acusado "privó la vida a una persona y de la manera que fue, dejando dos hijos huérfanos y una familia destrozada".

Por este motivo, ha insistido en que la pena solicitada no es castigo suficiente. En su opinión, el acusado hará "el paripé" en la cárcel para salir antes de prisión por buena conducta con la ayuda de su abogado.

"Ya tenemos ganas de acabar con este tema", ha señalado con alusión al juicio y a que la noticia de la calificación llega algo más de dos años después del crimen. Según él, cuando quieres levantar la cabeza, aparece esta noticia y vuelves atrás.

Además, ha señalado que la madre de 'Adela' está "hecha polvo" y que los hijos lo están pasando "muy mal". Los dos estaban muy metidos por su madre y ella tampoco daba un paso sin llamarles, ha dicho. Es por ello que nada más desaparecer ya sospechaban que algo había pasado.

Diego ha indicado que el primer sospechoso fue el hostelero. Es más, cuando llegó a Gijón -estaba trabajando fuera de Asturias cuando se enteró de la desaparición_ lo primero que hizo fue ir en coche a donde sabía que vivía 'El Patata'. "Estuve picando a la puerta sin saber que ella estaba muerta dentro", ha rememorado. La sospecha fue trasladada a la Policía, quien tras pedir una orden judicial para acceder a la vivienda, halló el cuerpo sin vida de la joven.