Más de 120.000 personas acudirán cada día durante mes y medio a la recogida de la aceituna aloreña de Málaga, la única certificada con una denominación de origen en España. Este año, según la delegada provincial de Agricultura y Pesca, Mónica Bermúdez, "está prevista la recolección de 23 millones de kilogramos de los cuales entre cuatro y cinco millones estarán destinados al aderezo".

Los datos de esta campaña revelan una temporada "muy buena" para el sector ya que, además, y según el presidente del Consejo Regulador de la Aceituna Aloreña de Málaga, Mateo Bellido, "las lluvias caídas en los últimos días engordará el calibre del fruto". La recolección de las aceitunas, conocida como verdeo, sigue siendo totalmente manual.

Las cuadrillas recogen las aceitunas a mano y la depositan en los canastos recubiertos de tela de saco o en cubetas, para evitar que los golpes dañen o estropeen las aceitunas, especialmente delicadas. Sus especiales características hacen que la aceituna aloreña de Málaga esté introduciéndose en los canales de comercialización "más exquisitos".

Según informaron desde el Consejo Regulador, es "imposible" mecanizar el proceso de recolección debido a los suelos tan accidentados donde se cultivan los olivares manzanillos aloreños y a la delicadeza del fruto, que obliga a recolectarlo a mano, en lo que se conoce como técnica del ordeño.

Una vez que la aceituna es recogida, se transporta a la planta de aderezo en cajas para evitar que se deterioren. Una vez allí, las aceitunas pasan a una clasificadora que las separas en aceitunas extra, primera, segunda y perdigón. Las tres primeras clases son las usadas para el aderezo, mientras que las de perdigón son usadas para la extracción de aceite.

La denominación de origen para la aceituna aloreña de Málaga ha sido consecuencia de la coordinación entre distintas instituciones. Según el representante de los Grupos de Desarrollo de Málaga, José Sánchez, "es fruto de un trabajo de equipo entre agricultores, aderezadores, GDRs, Consejería, Diputación y otras entidades que han apostado por este reconocimiento".

Esta denominación reconoce tres productos diferenciables, según su grado de fermentación y amargor, como son las aceitunas aloreñas de Málaga verdes frescas, que son las que, después del partido, pasan directamente a bombonas que se colocan en lugar fresco o en cámaras frigoríficas permaneciendo con un color verde claro.

También están las aceitunas aloreñas de Málaga tradicional, que son las que, tras el proceso de recepción, clasificación y partido, son colocadas en bombonas que se depositan en locales sin climatización. Por último, se encuentran las aloreñas de Málaga curadas, tipo de aceitunas que, una vez recepcionadas y lavadas, son colocadas sin partir en fermentadores donde sufren un proceso de curado mínimo de 90 días antes del envasado.