Álex de la Iglesia: Soy un poco payaso, y los payasos siempre dicen la verdad"

  • Ha recibido el Premio Nacional de Cinematografía 2010.
  • Ha acudido a toda prisa, como en Venecia, a San Sebastián.
  • El año pasado se alzó con el galardón Maribel Verdú.
El realizador Alex de la Iglesia (d), junto a la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde (i), en un momento del acto de entrega del Premio Nacional de Cinematografía 2010.
El realizador Alex de la Iglesia (d), junto a la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde (i), en un momento del acto de entrega del Premio Nacional de Cinematografía 2010.
EFE
El realizador Alex de la Iglesia (d), junto a la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde (i), en un momento del acto de entrega del Premio Nacional de Cinematografía 2010.

El realizador vasco y presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia, recibió este sábado de manos de la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, el Premio Nacional de Cinematografía 2010 tan sólo una semana después de haber recogido el León de Plata en Venecia por su filme Balada triste de trompeta.

"Soy un poco payaso. Tengo capacidad para disfrazarme, para sonreír y para intentar alegrar a la gente un poquito diciendo alguna verdad, porque los payasos siempre dicen la verdad", explicó a los medios De la Iglesia tras recibir un premio con una dotación de 30.000 euros.

Y por decir verdades estaba alzándose con un galardón que el año pasado recibió Maribel Verdú. Ya había adelantado su visión autocrítica del gremio en su discurso de los Goya el pasado 14 de febrero, y este sábado volvió a insistir, en el marco del Festival de Cine de San Sebastián.

En su agradecimiento, como en su última película, centrada en la batalla de dos payasos por el amor de una mujer, habló del dolor como vía para la catarsis creativa y, de ahí, al placer. "El sufrimiento, la premura y la angustia generan un producto mejor", aseguró.

Y así, igual que montó su último filme con la Mostra ya comenzada, llegó a San Sebastián desde Toronto (Canadá) tras haber perdido dos aviones y sin dormir en las últimas 24 horas.

"La única manera de sobrevivir y avanzar es reconocer que las cosas nunca van a ser como uno quiere. Nunca vamos a tener las condiciones de trabajo que uno desearía. Pero eso no es excusa para no seguir trabajando, avanzando", prosiguió.

Así, él hubiera querido que Balada triste de trompeta llegara a formar parte de las tres películas preseleccionadas para representar a España en los Óscar, pero no fue así. "Me molesta mucho, evidentemente, pero tengo que aceptarlo con alegría, porque los que deciden son los miembros de la Academia y hay que llevarlo bien", ironizó.

Por su parte, González-Sinde definió a De la Iglesia como un hombre "terco como una mula", como demostró al convencer a Pedro Almodóvar para volver a los Goya, y "voraz, obsesivo y discutidor", capaz de hacer un "cine de autor para las masas".

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