El vicepresidente del Parlamento europeo, Aleix Vidal-Quadras, considera "increíble" que en el PP catalán se planteen "todavía la cuestión de una eventual entrada" en un gobierno de CiU cuando el partido que dirige Artur Mas, recalca, está proclamando que su "objetivo principal es la independencia". A su entender, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, "no ha de perder el tiempo pensando en carteras imposibles".

En un artículo colgado en su blog, recogido por Europa Press, Vidal-Quadras señala que CiU es una federación de dos partidos nacionalistas que apoya el actual Estatuto de Catalunya, norma que desde su preámbulo a su última disposición final "choca frontalmente con las esencias doctrinales" del PP catalán.

Además, resalta que la política lingüística de CiU "será idéntica" a la del tripartito y que su exigencia de un sistema de financiación homologable al concierto económico vasco "es absolutamente incompatible" con el concepto que el PP tiene del Estado autonómico y de la cohesión nacional.

Añade que "los dirigentes convergentes no se recatan a la hora de proclamar que su objetivo principal es la independencia de la que califican como su 'nación'". Por eso, dice que Sánchez-Camacho debe centrarse en sus "muy atinadas" propuestas para crear en Catalunya un entorno favorable a las empresas, devolver a la gente sus libertades en los terrenos de la cultura y de la lengua, introducir austeridad en la gestión pública y "desmontar el engendro intervencionista, clientelar y despilfarrador" que, a su entender, "han generado tres décadas de nacionalismo asfixiante, fanático y sectario".

No renunciar a principios por "unas poltronas"

Según el ex presidente del PP catalán, cualquier especulación sobre posibles pactos con el previsible ganador de las elecciones del 28 de noviembre "debilita" a Sánchez-Camacho, "la hace aparecer como incoherente y presta alas a sus adversarios para acusarla de estar dispuesta a renunciar a sus principios a cambio de unas poltronas".

Tras señalar que la candidata del PP debe "olvidarse del corto plazo", le recomienda que represente "sin ambages lo que representa, con la cabeza alta y sin complejos". "No ha de perder el tiempo pensando en carteras imposibles, sino proponerse metas de largo recorrido que movilicen a los muchos catalanes que han desesperado ya de encontrar una fuerza política que les salve del fracaso colectivo al que les arrastra la idolatría identitaria", concluye.