Kalashov se niega a ser entregado a Georgia hasta que no tenga garantías de que va a tener "una defensa justa"

La fiscal defiende que no hay "ni un solo impedimento" para no proceder a la extradición "inmediata" del 'capo' de la mafia

El líder mafioso Alexander Zakhar Kalashov se ha negado este miércoles a ser entregado a las autoridades de Georgia hasta que no tenga garantías de que en los dos juicios que tiene pendientes por secuestro y pertenencia a organización criminal va a poder contar con una "defensa justa". Se ha expresado así durante la vista de extradición en la que la fiscal de la Audiencia Nacional Dolores Delgado ha pedido su "entrega inmediata" y ha defendido la necesidad de que mientras tanto continúe en prisión provisionial.

A preguntas de la representante del Ministerio Público, que únicamente le ha interrogado sobre los motivos de su rechazo a ser extraditado, Kalashov ha comenzado a explicar en español que se niega a aceptar la entrega a las autoridades georgianas porque no se ha "preparado" su defensa. Con ayuda de un intérprete, ha añadido que accederá a ser extraditado cuando esté "seguro" de que estará "bien defendido".

Georgia reclamó a Kalashov el pasado mes de junio para que cumpliera una condena, dictada en rebeldía, de 18 años de cárcel por un delito de pertenencia a la comunidad de ladrones en calidad de 'ladrón en ley' (dirigente) y por el secuestro de un ciudadano estadounidense que sigue en paradero desconocido. Las autoridades españolas accedieron a la entrega "temporal" con la garantía de que ambos juicios se repetirían en presencia del condenado.

Durante la vista, la fiscal Dolores Delgado ha defendido que "no existe ni un solo impedimento legal para no acceder a la entrega inmediata de Kalashov". "No concurre 'cosa juzgada', se nos han dado plenas garantías en cuanto a un nuevo enjuiciamiento y se dan todos los requisitos legales bajo el paraguas de los parámetros constitucionales", ha señalado, en respuesta a las alegaciones de la defensa, ejercida por el letrado Javier Gómez de Liaño.

La representante del Ministerio Público ha destacado que, en esta caso, la cooperación con un tercer país no responde a "normas de cortesía", sino a "la lucha contra la impunidad de este tipo de crimen gravísimo", en la que "hay que ayudar" a Georgia. "No es un delito político", ha remachado.

Delgado ha explicado que su oposición a que el 'capo' de la mafia ruso-georgiana sea puesto en libertad mientras se delibera sobre su extradición se debe al "altísimo riesgo" de que se sustraiga de la acción de la justicia, dada la importante pena de prisión que tiene pendiente en Georgia y teniendo en cuenta los "precedentes" y los "medios tanto materiales como humanos trasnacionales con los que cuenta".

"Si no se mantiene la prisión incondicional, sea cual sea el pronunciamiento del tribunal sobre la extradición, se va a poner fuera del alcande de la justicia", ha advertido.

Por su parte, el abogado de Kalashov se ha opuesto a que su defendido sea entregado a las autoridades georgianas porque existen "razonables sospechas o indicios" de que la actuación de este país ha sido "fraudulenta". "Mienten por la barba cuando dicen que es un huido —ha explicado el letrado—. No es un fugitivo, será un ausente".

Para apoyar esta tesis, Gómez de Liaño ha relatado que las autoridades georgianas nunca reclamaron a Kalashov para juzgarle a pesar de conocer que vivía en Moscú, iba a acudir a Abu Dhabi (Dubai) "con su familia" y allí fue detenido por las autoridades españolas. Así, y a pesar de conocer su paradero, "optaron por declararle en rebeldía y juzgarlo".

Además, el abogado ha subrayado que el proceso penal en España contra Kalashov es "por los mismos hechos" que se le atribuyen en Georgia y todavía sigue su curso, ya que tanto el Ministerio Fiscal como la defensa han recurrido al Tribunal Supremo, por lo que mientras no se pronuncie el alto tribunal "no cabe decir sí a la extradición". Tambíen ha señalado que las garantías de un nuevo juicio "no son tales", ya que "la legislación procesal georgiana no lo permite".

La Audiencia Nacional condenó el pasado 1 de junio a siete años de cárcel por un delito de blanqueo de capitales y al pago de una multa de 20 millones de euros a Kalashov, que se encontraba en libertad provisional desde marzo. Cinco días después, el 6 de junio, fue arrestado en Marbella (Málaga), en virtud de una orden de detención de la Interpol, producto de una reclamación de la Embajada de Georgia, y fue enviado a prisión por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu.

El reclamado fue condenado por el Juzgado Municipal de Tbilisi (Georgia) por ser el líder de una organización criminal georgiana gestada en la antigua Unión Soviética, en el año 1971. La esfera de influencia del grupo criminal abarcaba diferentes ámbitos como el control del juego y casinos, tráfico de drogas y de armas.

En España, en el juicio por la 'Operación Avispa' el fiscal Anticorrupción también atribuyó a Kalashov un delito de asociación ilícita, pero el tribunal le absolvió porque ya había sido juzgado y condenado por este delito en Georgia. El representante del Ministerio Público acusó a este destacado 'capo' de liderar una organización que se dedicaba a blanquear en España "importantes cantidades de dinero" que se obtenían del tráfico de drogas y armas, asesinatos por encargo, extorsión, contrabando y el control de los principales casinos de la Federación Rusa.

Kalashov fue detenido en mayo de 2006 en Dubai, meses después de que se desarrollara la primera fase de la 'Operación Avispa', en junio de 2005, que se saldó con 28 detenidos, entre ellos 22 'capos' de las mafias de la antigua URSS acusados de asociación ilícita, blanqueo de capitales y quiebra fraudulenta. Además, se realizaron 41 registros y se bloquearon más de 800 cuentas bancarias pertenecientes a 42 entidades bancarias distintas.

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