Ocho de cada diez trabajadores autónomos (82,8%) no ha contratado a ningún empleado en lo que va de 2010 y un 91,2% no prevé incorporar nueva mano de obra a su empresa en lo que queda de año, según datos de la segunda oleada del Barómetro que elabora el Observatorio del Trabajador Autónomo de la Fedaración Nacional Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).

En concreto, el 39,4% de los autoempleadores consultados por ATA se ampara en la caída de la actividad como principal causa para no contratar, mientras que el 30,8% afirma no poder económicamente, frente al 14,3% que no necesita contratar por su trabajo y un 12,3% que está reduciendo plantilla.

Según expuso el presidente de ATA, Lorenzo Amor, estos datos se producen en un contexto donde el 74,8% de los trabajadores por cuenta propia, tres de cada cuatro, ha visto afectado su negocio negativamente por la crisis, de los cuales, en torno a la mitad (48,9%) ha padecido descensos de actividad superiores al 21%.

De cara al cierre del ejercicio, sólo el 15,6% confía en que su facturación mejore a lo largo de 2010, frente a un mayoritario 72,2% que sostiene que sus ingresos no aumentarán durante el 2010. Respecto al 2011, las expectativas son similares, y sólo un 19,8% espera que su negocio mejore el próximo ejercicio, contra un 39,3% que cree que se mantendrá igual, y un 33,9% que considera que su situación empeorará.

Falta de liquidez

En esta situación, la falta de liquidez sigue siendo una de las principales preocupaciones de un colectivo en donde el 40% de los autónomos se han dirigido en lo que va de año a solicitar un crédito a alguna entidad financiera; préstamos que fueron denegados a un 58,2% de los solicitantes.

En cuanto a los créditos directos del Instituto Oficial de Crédito, un 3,8% de los autónomos ha intentado tener acceso a esta vía de financiación, de los cuales, solamente un 4,3% de los demandantes ha podido tener acceso a los mismos.

Por su parte, la morosidad continua siendo otro de los caballos de batalla más denunciados por el sector. Un 64,1% de los trabajadores por cuenta propia se ha visto afectado por el retraso en los pagos por parte de entidades públicas o privadas, y más de 28,4% de los mismos no ha logrado cobrar el servicio prestado hasta 361 días después de la facturación del mismo. Por contra, sólo un 12,6% ha conseguido cobrar en el plazo de entre 60 y 90 días que estimula la normativa vigente.