El Gobierno de Castilla-La Mancha se suma a la declaración institucional de condena expresada por el Gobierno de España hacia la sentencia de pena de muerte por lapidación hacia la ciudadana iraní Sakineh Mohammadi Ashtianí y muestra su rechazo más rotundo hacia esta práctica, por considerarla cruel e inhumana, exigiendo de igual forma su liberación definitiva.

Sakineh, de 43 años y madre de dos hijos, ha sido condenada a morir lapidada tras ser acusada de mantener relaciones extramatrimoniales, una sentencia dictada a raíz de un juicio poco transparente y tras conseguir una auto-inculpación bajo torturas inhumanas y degradantes. Sakineh permanece desde hace cinco años en la prisión de Tabriz, al oeste de Irán, a la espera de que se ejecute la sentencia, según informa la Junta en un comunicado.

A pesar del reciente anuncio, por parte del gobierno iraní, de suspender la ejecución de esta mujer para revisar su caso, el Gobierno de Castilla-La Mancha muestra su apoyo a las gestiones diplomáticas que se están llevando a cabo ante el Gobierno de Teherán y pide que se continúen, tanto por parte del Gobierno español como a través de la Presidencia de la Unión Europea, para exigir su definitiva liberación.

Con este apoyo, el Ejecutivo regional también se adhiere a las numerosas acciones impulsadas por las organizaciones en defensa de los Derechos Humanos nacionales e internacionales ante este caso y al llamamiento internacional realizado al Gobierno de Irán para que cumpla el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, del que forma parte, eliminando la lapidación de su legislación e instándole a ratificar la Convención contra la Tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes.