La consejera de Agricultura de la Junta de Andalucía, Clara Aguilera, se ha mostrado convencida de que las políticas sobre competencia y agricultura de la Unión Europea son "contradictorias" y dificultan la adopción de medidas en defensa de los agricultores y ganaderos, por lo que ha considerado que deben revisarse.

Así lo ha destacado en Jaén a preguntas de los periodistas sobre el último dictamen del Parlamento Europeo para luchar contra la política abusiva de las grandes superficies, conseguir un equilibrio en la cadena alimenticia y fijar unos precios justos para los agricultores y ganaderos y la petición de UPA-A para que sean puestas en marcha por los gobiernos central y autonómico de forma "urgente".

Aguilera ha mostrado su satisfacción por el informe de la Cámara europea,. ya que aborda el "problema sustantivo" por el que la "volatilidad" de los precios hace que la renta media de los agricultores y ganaderos "se vaya perdiendo".

"Hay que tomar soluciones y lo venimos diciendo", ha señalado para recordar que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, se comprometió a hacer, junto con las organizaciones, un acuerdo que se ha plasmado en el documento con 22 medidas que reflejan "el trabajo y la ruta de las administraciones, la Junta y sobre todo el Estado, para mejorar y corregir la política agraria comunitaria".

De esta forma, uno de los aspectos que "debería revisarse" es el de la competencia, en tanto el sector agroalimentario "no es uno más", razón por la que existe una PAC que lo "beneficia y discrimina positivamente" frente a otros. "Si eso no se entiende no sé qué predomina: la de competencia o la sectorial de agricultura y es una clara contradicción que dificulta acuerdos para los agricultores", ha lamentado.

En cualquier caso, Aguilera ha destacado que la Junta no se va a quedar quieta al tiempo que confió en que las demás administraciones vayan al "mismo ritmo". En este sentido, ha indicado que la Ley de Calidad Agroalimentaria y Pesquera aprobada recientemente en la comunidad incluye medidas y, además, se pueden tomar otras sobre las interprofesionales o que redunden en la transparencia de la cadena agroalimentaria para reforzar el eslabón más débil que son el agricultor y el ganadero.