El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha considerado este viernes que la huelga general convocada para el próximo 29 de septiembre "puede ser un éxito", pero ha matizado que "no hay que dejarse llevar por el espejismo" de la "masiva manifestación" de ayer, en la que se dieron cita 16.000 delegados sindicales, que son "asalariados de los propios sindicatos".

"Estaría bueno que no fueran los liberados a una convocatoria de los jefes", ha expresado el jefe del Ejecutivo, para quien la concentración de ayer en Madrid "no es significativa de lo que puede ocurrir en la huelga" ya que los delegados son "contratados" de los sindicatos, ha recalcado.

En su debut en la tertulia política del programa de Ana Rosa Quintana de Telecinco, recogida por Europa Press, Revilla ha subrayado que la huelga es "una de las grandes conquistas de los trabajadores" y "un derecho maravilloso", que han conseguido porque se ha "protestado" y "reivindicado".

Pero ha recordado que las huelgas "deben ser libres", por lo que ha pedido que no haya "ningún tipo de coacción". "Hay que respetar la libertad de la gente y el que quiera ir a trabajar, que vaya", ha apostillado.

En este sentido, ha añadido que para "calibrar" el éxito de la huelga tiene que haber por parte de los sindicatos el "compromiso" de que "no se va a coaccionar a nadie".

El presidente cántabro, que ha compartido mesa de debate con los periodistas Alfonso Rojo y Miguel Larrea, se ha referido a la última huelga general que hubo en España y ha comentado que cuando él iba a trabajar —por aquel entonces era director de un banco en Santander— le pararon el coche, le abrieron el maletero y le "derramaron" todo lo que tenía en su interior, como una caña de pescar, unas 'albarcas' que usa para ir la campo y "hasta comida de gatos".

Al respecto, Revilla ha lamentado que hay piquetes informativos que "de informativos no tienen nada". "Te agarran por el cuello y te dicen como usted abra, le rompemos el cristal. Claro, así para cualquiera", ha reflexionado para concluir.