Los sindicatos, con CC OO y UGT a la cabeza,  llevaron a cabo un multitudinario acto de preparación de la huelga general, convocada para el próximo 29 de septiembre, en el Palacio de Vistalegre de Madrid. Unos 16.000 representantes sindicales se congregaron en el recinto, más otros 3.000 que se quedaron a las puertas, para lanzar un mensaje inequívoco al Gobierno: "¡Zapatero dimisión!".

Con esa consigna acabó un acto que duró tres horas y en el que los miles de sindicalistas pidieron que se dé marcha atrás en la reforma laboral que acaba de aprobar el Congreso de los Diputados y que el Gobierno rectifique sus decisiones. Pero entre todo lo expuesto, el mensaje más directo fue la petición de dimisión al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

"A partir del 29 de septiembre tendrán que rectificar en relación con lo que" este jueves "se está aprobando (reforma laboral)" y sobre su propósito de ampliar de forma "impuesta y obligatoria la edad de jubilación hasta los 67 años" dijo el secretario general de UGT, Candido Méndez, que estuvo acompañado de su homólogo de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, que aseguró que el último viraje del Ejecutivo "es una manifestación más de lo errático de las políticas del Gobierno".

"Lo que era bueno hace unos días, ya no lo es en este momento", añadió para apostillar: "Espero que lo que aplaudían en aquel momento critiquen ahora y no se sumen al coro". Dicho esto, el líder de CC OO recordó que el acto celebrado en Vistalegre supone un "impulso definitivo en el camino a la huelga general, que tiene su desencadenante en la reforma laboral que se ha aprobado en el Congreso tras un trámite final "en una loca carrera precipitada en el Parlamento".

El acto comenzaba con una multitud de personas rodeando Vistalegre, ubicado en Carabanchel, entre ellos muchos jóvenes con caretas blancas y carteles en los que, de forma simbólica, se vendían como becarios en oferta. El cantante Pedro Guerra o la actriz Petra Martínez se encargaron de amenizar el acto, plagado de banderas rojas con las iniciales de los sindicatos. No faltó La Internacional, con la que se puso el punto final.