La bailarina Maya Plisetskaya apoya la candidatura por el dominio de la cultura y el arte en la ciudad

Maya Plisetskaya, una de las más grandes bailarinas del siglo XX, galardonada con el Príncipe de Asturias de las Artes en 2005 junto a Tamara Rojo, ha dado su apoyo a la candidatura de Oviedo a Capital Europea de la Cultura en 2016 con una carta en la que elogia el clima cultural de la ciudad.

Maya Plisetskaya, una de las más grandes bailarinas del siglo XX, galardonada con el Príncipe de Asturias de las Artes en 2005 junto a Tamara Rojo, ha dado su apoyo a la candidatura de Oviedo a Capital Europea de la Cultura en 2016 con una carta en la que elogia el clima cultural de la ciudad.

La artista rusa valora que siempre que estuvo en Oviedo sintió y percibió que "la cultura y el arte eran una fuerza dominante en la ciudad". "Ese clima cultural e ilustrativo ejerce influencia en sus habitantes, en sus visitantes y, sobre todo, en los artistas que actúan o llevan su arte a la capital del Principado de Asturias. Consecuentemente, apoyo con ilusión la candidatura de Oviedo para ser Capital Europea de la Cultura en 2016", apunta en la misiva.

Nacida en Moscú en el año 1925 y nacionalizada española en 1993, Maya Plisetskaya se inició en el mundo de la danza con sólo tres años. En 1934 ingresó en la Escuela de Danza de Moscú y a los 18 años se graduó en la Escuela Coreográfica del Gran Teatro Bolshoi, del que pasó a formar parte meses más tarde, y en el que llegó a ser primera bailarina. En esta agrupación dio sus primeros pasos como profesional.

En 2000 fundó con su marido la Fundación Maya Plisetskaya y Rodion Shchedrin, ubicada en la localidad alemana de Mainz, con el objetivo de preservar, documentar y facilitar el acceso libre a la obra artística de ambos.

Entre sus distinciones, destacan el Premio del Pueblo de la URSS (1959), el Ana Pavlova de París (1962), el Premio Lenin (1964), la distinción de Héroe del Trabajo Socialista (1985), la Legión de Honor de Francia (1986), la Medalla de Oro de las Bellas Artes de España (1991) y la más alta condecoración de su país, la Medalla al Servicio de Rusia, que ha recibido en dos ocasiones (1995 y 2000). Es doctora honoris causa por las universidades Lomonosov de Moscú y la Sorbona de París.

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