Fran Perea se hace director de cine

El actor malagueño debutará tras las cámaras con un corto para 'Havana Club 7. Historias que cuentan'. Hablamos con él sobre su primera vez como director.
Fran Perea se hace director de cine
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Fran Perea se hace director de cine

Han pasado más de 15 años desde que Fran Perea "emigrara" desde su Málaga natal a Madrid para labrarse un futuro en el mundo de la interpretación. Empezó su andadura profesional en la pequeña pantalla con series como Al salir de clase o Los Serrano, que lo catapultaría a la fama. Desde el comienzo de su carrera, compaginó la televisión con papeles en cine (El camino de los ingleses, Las trece rosas, De tu ventana a la mía, Los managers) y teatro (Electra, Todos eran mis hijos, El burlador de Sevilla), ámbito en el que ha formado la compañía Feelgood Teatro junto a Manuela Velasco, Ainhoa Santamaría y Javier Márquez.

El tiempo, lejos de hacer mella, ha reforzado su pasión por este oficio. El acento malagueño y su risa contagiosa se entremezclan al otro lado de la línea mientras hablamos con él sobre la nueva aventura que está por emprender. El actor, músico y productor se atreve por primera vez a dirigir un corto para Havana Club 7. Historias que cuentan. Hacer un buen corto, a partir de una buena historia, lleva su tiempo, como hacer un buen ron... Borja Cobeaga, Ángeles González-Sinde y Perea, que llevarán a la pantalla historias reales de gente corriente, lo saben bien.

¿Cómo surge la posibilidad de participar en este proyecto?

Havana Club 7 y el grupo Duende se pusieron en contacto conmigo y me contaron un poco en qué consistía este proyecto cuando todavía era prácticamente un embrión. Me pareció una idea preciosa que la gente nos enviara sus historias para que después pudiéramos contarlas en un corto.

Fran Perea se hace director de cine

¿Cómo ha sido el proceso de búsqueda de la historia?

Hemos recibido cientos de ellas, así que he tenido que dedicarle mucho tiempo para leer todo lo que me han enviado, y elegir la que creía que podía contar mejor. Justo acabo de conocer a Juan Antonio, la persona que nos envió la historia que voy a dirigir, su historia. Se trata de un chico de Martorell, Barcelona, que es bailarín. Un día, después de salir de un bolo en Palma de Mallorca, lo atropelló un camión de la basura. Le destrozó el cuerpo por completo e incluso estuvo en coma. Después de varias operaciones y mucho esfuerzo, se ha recuperado y ha conseguido volver a bailar. Es una historia de superación, muy interesante y esperanzadora, que protagonizará el bailarín Chevi Muraday.

¿Por qué te decantaste por este relato?

Hubo cuatro historias muy diferentes ente sí que me parecieron más interesantes que las demás, ya fuera por los valores que tenían o por cómo podían ser contadas. Borja [Cobeaga] tuvo super claro desde el principio con cuál de sus historias se quedaba, pero a mí me costó muchísimo decantarme por una sola. Y, al final, me quedé con la que más me llegó al corazón. Luego viene la poética, el cómo lo cuentas.

Precisamente es tu primera experiencia tras las cámaras. ¿Cuándo te picó el gusanillo por la dirección?

Yo soy una persona bastante inquieta, pero es verdad que la dirección me viene llamando desde hace tiempo. Lo que pasa es que con lo complicado que es levantar un proyecto, y compaginarlo además con otros trabajos, hasta ahora no había surgido el momento de ponerme tras las cámaras. Pero cuando, de pronto, me plantearon este proyecto, pensé: “Ahora parece que sí, que tiene sentido hacerlo”.

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También te ha tocado adaptar un guión por primera vez. ¿Cómo te has enfrentado a este reto?

Ha salido de una manera muy natural, la verdad. No he tenido grandes conflictos. El aprendizaje de todos estos años trabajando, de estar en contacto con historias y guiones, queda ahí almacenado. Yo, además, escribo canciones, compongo, tengo una página web en la que he compartido algunas cosas que he escrito... Este guión ya está hecho, y lo que he intentado es que sugiera, sin tener que contar la historia paso a paso.

¿En qué medida te está ayudando tu experiencia como actor en esta nueva aventura? 

Alguien dijo una vez, con buen criterio, que los actores, a través de nuestro trabajo, aprendemos a controlar muy bien los tempos. A lo mejor no sabes tanto de estructura o de escritura, pero sí que sabes cómo contar una historia, por ejemplo. Además, el factor tiempo es fundamental en este proyecto. El que piensa pierde. No hay dolor [ríe]. Tienes que leer las historias, elegir una, escribir el guión y rodarla en menos de tres meses.

¿Sientes la responsabilidad de ponerte al mando de un corto basado en una historia real?

Sí [ríe]. De hecho, vamos a intentar estar en contacto con Juan Antonio para que esté involucrado en todo el proceso.

El corto es un género poco valorado entre los espectadores, pero con gran reconocimiento internacional, como hemos visto con Timecode. El tuyo se va a estrenar en salas comerciales y online, lo que es un gran paso.

Sí, claro. Yo, como actor, he participado en muchísimos cortos, y es un buen terreno para probar y probarte a ti mismo. Que se estrene en salas comerciales está muy bien. ¡Imagínate! Aunque sí que es verdad que algo así lo consigues gracias a la marca que tienes detrás.

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También te estrenas en junio como director teatral con Souvenir. Este año toca probar otras facetas profesionales.

Es el año de dar el salto a la dirección, algo que me pide el cuerpo desde hace tiempo. La música y la producción vienen acompañando a mi faceta como actor desde hace ya un tiempo. Este año es el de dar ese paso hacia la dirección y he tenido la suerte de contar con ayuda. Tanto Havana Club 7 con este corto, como la Factoría Echegaray con Souvenir, han sido impulsores fundamental para mí. Se agradece que cuando estás empujando el carro, de pronto venga alguien y te diga: “Oye, súbete a mi carro, que te llevo” [ríe].

Estos últimos años has trabajado sobre todo en teatro. ¿Te apetece volver al cine y la televisión?

Sí, por supuesto. Es verdad que estos últimos 4-5 años he estado muy volcado en levantar la compañía de teatro, Feelgood Teatro. Ha requerido tiempo y compromiso. Ahora la compañía empieza a tener vida y puedo volver a mirar con tranquilidad en otras direcciones. Lo último que he hecho en televisión ha sido La sonata del silencio, que ya estuve compaginando con el teatro y casi me da algo [ríe]. Pero pude sacarlo adelante.

¿Y ahora vas a compaginar el rodaje del cortometraje con algún otro proyecto?

A partir de ahora y hasta junio, voy a hacer este corto. De momento, estamos en la fase de preproducción. Acabo de estrenar otra obra de teatro, El ciclista utópico, que es una coproducción de nuestra compañía, Feelgood Teatro, y todavía estoy de gira con La estupidez y El jurado. Y como te decía, cuando termine de rodar el corto, me iré directamente a Málaga a dirigir Souvenir.

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