El ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, ha anunciado este miércoles que la próxima semana la comisión bilateral Gobierno-Generalitat se reunirá en Barcelona para acordar y hacer efectivo el traspaso de un "paquete" de transferencias, dentro del proceso de desarrollo del Estatut catalán.

El vicepresidente tercero ha insistido, en su respuesta en la sesión de control al Ejecutivo del Congreso a una pregunta de ERC, en que tras la sentencia del Tribunal Constitucional el Gobierno mantiene su voluntad de desarrollar todo el "potencial" del Estatut. Su intención, ha añadido, es que Catalunya tenga "más autogobierno, más competencias, más derechos y más instituciones".

La respuesta de Chaves no ha convencido al portavoz de ERC, Joan Ridao, quien quería saber si el Gobierno cree posible recuperar por otras vías los aspectos del Estatut que han sido "desnaturalizados" por la sentencia.

Chaves ha recordado que esta tarde se reúne la Comisión Delegada del Gobierno para Política Autonómica, para fijar el "paquete de transferencias", y ha añadido que seguramente la próxima semana se celebrará en Barcelona la Comisión Bilateral Gobierno-Generalitat para hacer efectivo el traspaso.

El portavoz de ERC ha reprochado al Gobierno que "no sólo esté conforme" con el fallo del Constitucional, sino además que piense que el "malestar" del pueblo catalán es "pasajero" y busque "mitigarlo". Ridao ha dicho que el interés del Ejecutivo por "recomponer algunos afectos y atemperar el malestar" en Catalunya se debe a que hay elecciones "a la vuelta de la esquina", y por ello "han puesto en marcha un plan de rescate de algunas de las piezas perdidas del Estatut".

Un plan que ha rechazado al considerar que consiste en "algún traspaso pendiente desde la época del hombre de Cromagnon". Para Ridao, la estrategia del Gobierno es "claramente de perdedores", porque el "vacío" que ha dejado la sentencia "no lo va a remendar ningún apaño". Y es que, a su juicio, la sentencia ha dicho que "hay solo sujeto político en España" y a partir de ahí ha planteado una "disyuntiva clara: o sumisión o ruptura".