Alrededor de mil personas —según los organizadores— han acudido esta tarde a la Plaza del Ayuntamiento de Toledo para escuchar el llamamiento a secundar la huelga general del próximo 29 de septiembre realizado por el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y el secretario general de UGT, Cándido Méndez.

Durante el acto los asistentes —que acudieron con banderas y globos de las centrales sindicales— interrumpieron en varias ocasiones al orador —situado en un escenario frente al edificio del ayuntamiento— con gritos de "¡Huelga general!" y "¡Zapatero culpable, Barreda responsable!".

En su intervención, Toxo ha dicho que "de nosotros depende que consigamos una gran huelga general que obligue al Gobierno a cambiar el rumbo de sus políticas laborales y sociales". "La reforma laboral no tiene por qué terminar instalándose en nuestro marco de relaciones laborales", ha indicado.

Así, el líder de CCOO ha destacado que "nada está escrito y todo es reversible" y ha asegurado a los asistentes que "las huelgas siempre rinden beneficios a quien la hacen". "La única lucha que se pierde es aquella que no se libra, y eso es lo que quiere llevarnos el Gobierno y todo su coro, que está invitando al sociedad a la resignación", ha añadido.

Asimismo, ha indicado que "desde el sector financiero e inmobiliario, que están en el origen del drama que atraviesa hoy la sociedad española quieren prepararse para extraer los beneficios que se puedan derivar de la crisis".

Por su parte, Méndez ha dicho que la reforma laboral "afecta a todos y hay que conseguir un cambio" en la postura del Gobierno porque, de materializarse, "no deja a resguardo a ningún trabajador y ha ninguna trabajadora".

Igualmente, Méndez ha apuntado que "hace un año y medio todo el mundo decía que había que acabar con la tiranía del corto plazo, que había que perseguir a la avaricia, que había que arrinconar a los delincuentes financieros y regular los mercados, y ahora se han dado la vuelta como un calcetín, empezando por el Gobierno", ha enfatizado.

"A mí me hace mucha gracia cuando dicen: 'con la crisis se acabó la fiesta'. Será para quien la haya tenido, que los trabajadores no han tenido ninguna fiesta en la época del frenesí económico, ninguna", ha recalcado.