Al enfermo que entre en este programa se le financiará el 60% de la matrícula de la instalación deportiva, el mismo porcentaje que recibe un fármaco. Así, si el abono cuesta 40 euros al mes, el usuario pagará 15.

La iniciativa persigue acabar con el sedentarismo y «mejorar o generar salud» con el simple gesto de recetar un «fármaco tan inocuo» como es la práctica del deporte, explicó ayer la consellera Marina Geli.

La previsión es que estos pacientes se pasen por el gimnasio un mínimo de tres veces por semana a razón de 40 minutos por sesión.

Deporte para todos

El plan establece que los médicos de los ambulatorios den consejos a todos sus pacientes sobre los beneficios de hacer deporte, andar o evitar las escaleras mécanicas y el ascensor. Para los hipertensos, obesos, diabéticos o con problemas de corazón, la prescripción de la práctica deportiva estará supervisada. Una enfermera se encargará de hacer un seguimiento de cómo le sienta el ejercicio.

Junto a Geli, el secretari  general de l’Esport de la Generalitat, Rafael Niubó, aseguró que, a pesar de que el Govern subvencione parte del coste de las actividades, el resultado final del plan supondrá un ahorro considerable en la factura de la sanidad pública.

En este sentido, Niubó destacó que el sedentarismo es el responsable directo de diversas patologías.

23 ambulatorios de 19 municipios

El plan se extenderá a toda Catalunya en 2009 en diversas fases. En la primera que empieza ahora, la receta deportiva se implanta en 23 ambulatorios de 19 poblaciones: Argentona, Berga, Cervelló, Gavà, Girona, Granollers, Lleida, Manresa, Martorell, Montmeló, Palamós,  Reus, Tarragona, Terrassa,  Amposta, el Vendrell, Vilanova i la Geltrú y Vic. En Barcelona, los distritos beneficiados son Ciutat Vella, Gràcia y el Guinardó. Se prevé derivar a gimnasios a unos 50 pacientes por CAP.