Fueron 128 días los que registraron algún episodio de contaminación, si bien fueron los meses de enero, junio y julio donde se dieron los peores niveles, sobre todo por contaminación por partículas.

Durante los últimos 12 meses, pequeñas partículas sólidas, el dióxido de carbono derivado del tráfico y la radiación solar han cargado la atmósfera de la ciudad hasta niveles no recomendables según la Junta, que analiza a diario el aire.

Los contaminantes

Partículas: El 70% se origina por el tráfico urbano (hollín de los coches), aunque también se registran granos de polvo por las obras públicas o llegada de los desiertos africanos.

Ozono: La mezcla de gases de los tubos de escape de los coches, los de las gasolineras u otros hidrocarburos, y la radiación solar generan el ozono (O3). Se concentra a las afueras de las ciudades y su excesiva presencia provoca el llamado ozonazo.

Efectos en la salud

Irritación y dolor de cabeza: Si el ozono llega a concentraciones superiores a 180 microgramos por metro cúbico de aire en una hora puede producir irritaciones en los ojos y mucosas, opresión en el pecho y dolores de cabeza.

Depende de donde se mida...

La Junta cambió en septiembre su estación para medir la calidad del aire que estaba en la avda. Gran Vía Parque y la colocó en el Parque de la Asomadilla. Asegura la administración autonómica que los niveles de calidad del aire que se registraban en la primera ubicación no eran los reales que el ciudadano respiraba, ya que estaba demasiado cerca de una zona de tráfico rodado. Así, explica la Junta, los altos niveles de partículas que se dieron en los primeros meses del año en el aire cordobés.