Brotes derivados de intoxicaciones alimentarias en ámbito familiar aumentan un 50% con respecto a 2009, según Sanidad

Los brotes derivados de intoxicaciones alimentarias en el ámbito familiar se han incrementado un 50 por ciento, hasta alcanzar, a fecha del 26 de agosto, los 13 casos frente a los ocho registrados el pasado año en la Región de Murcia.

Los brotes derivados de intoxicaciones alimentarias en el ámbito familiar se han incrementado un 50 por ciento, hasta alcanzar, a fecha del 26 de agosto, los 13 casos frente a los ocho registrados el pasado año en la Región de Murcia.

En total, en lo que llevamos de 2010 la Consejería de Sanidad ha detectado un total de 25 brotes y aunque no es hasta final de año cuando Epidemiología hace una recopilación de todos los datos obtenidos, desde dicho departamento se observa una cierta disminución de las intoxicaciones en el ámbito colectivo (bares, restaurantes y comedores públicos), lo que denota que la seguridad alimentaria se está llevando a cabo.

Así, la población que se ha visto afectada por los 25 brotes detectados por Sanidad (24 registrados el pasado año) ascendería al más del centenar de personas, sin destacar ningún caso grave. Sólo ocho de ellas fueron ingresadas con un tratamiento hospitalario al presentar "un cuadro de deshidratación, vómitos y diarreas".

A tenor de los datos, el director general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad, Francisco José García, ha explicado a Europa Press que la mayoría de los brotes "ocurren normalmente en verano y otoño, debido a las altas temperaturas".

Y es que, ha subrayado, "en el momento en el que una comida preparada no guarda las condiciones de frío necesarias o ha sido elaborada con una sustancia que no es muy recomendable (no tiene todas las medidas higiénico-sanitarias)", siendo importante la cadena de frío.

Ahí es cuando se dan este tipo de infecciones, "porque con las altas temperaturas las bacterias se multiplican mucho más y la mayoría están originadas por salmonela".

La prevención de la infección se consigue siguiendo las normas básicas de higiene, como el lavado frecuente de manos, especialmente después de ir al baño y antes de comer y manipular alimentos.

También se considera necesario lavar las frutas y verduras en crudo antes de su ingesta, para lo que se recomienda dejar en remojo, una vez lavadas, con unas gotas de vinagre o limón. No se aconseja, de igual modo, consumir alimentos que lleven salsas y las mayonesa, utilizarla lo menos posible en verano.

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