Ingeniero cree que la concentración de oferta es la salida del olivar ante la probable rebaja de las ayudas

El ingeniero Francisco Cabeza, que participa en el encuentro "La producción integrada en olivar ante los nuevos retos ambientales en la agricultura" de los cursos de verano que la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) organiza en Baeza (Jaén), ha asegurado que el futuro del sector olivarero andaluz ante la previsible rebaja de las subvenciones de la Unión Europea a partir de 2013, pasa por la concentración de la oferta. "Buena parte de las explotaciones en la región no son rentables. Hay muchos agricultores que no están en pérdidas gracias a esas ayudas", confesó.
El ingeniero Francisco Cabeza
El ingeniero Francisco Cabeza
EP/UNIA
El ingeniero Francisco Cabeza

El ingeniero Francisco Cabeza, que participa en el encuentro "La producción integrada en olivar ante los nuevos retos ambientales en la agricultura" de los cursos de verano que la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) organiza en Baeza (Jaén), ha asegurado que el futuro del sector olivarero andaluz ante la previsible rebaja de las subvenciones de la Unión Europea a partir de 2013, pasa por la concentración de la oferta. "Buena parte de las explotaciones en la región no son rentables. Hay muchos agricultores que no están en pérdidas gracias a esas ayudas", confesó.

La integración, que reduce los gastos, es, opinó Cabeza, la solución a ese temible futuro. El ponente es director técnico de la Cooperativa Nuestra Señora de las Virtudes de la Puebla de Cazalla (Sevilla), que ya ha llevado a la práctica esa concentración. "Las necesidades del agricultor son cubiertas mediante un asesoramiento, prestado a través de numerosas empresas de servicio especializadas, que hacen un trabajo de calidad a buen precio".

Los agricultores, que aúnan sus explotaciones, "pueden llevar a cabo todas las operaciones que el cultivo requiera, labores del suelo, recolección, tratamiento fitosanitario, de manera que se puedan independizar lo máximo posible de su finca. Es una externalización de los servicios agrícolas", explicó Cabeza.

La cooperativa explota, en total, unas 12.000 hectáreas para aceite y aceituna de mesa. Por ahora, la gestión común del proceso de producción y elaboración abarca unas 200 hectáreas, y en ella están implicados 15 agricultores. "Vamos poco a poco, estamos sentando las bases, por ello no hemos querido hacer un gran esfuerzo de divulgación del sistema", del cual en la región andaluza se pueden observar escasos ejemplos.

"En Andalucía predominan las pequeñas parcelas, explotaciones de escasa dimensión, muy atomizadas.¿Por qué no aunarlas? Se pueden explotar los cultivos de manera conjunta. Para las empresas de servicio no es lo mismo atender a 100 parcelas de una hectárea que a una parcela de 100 hectáreas. Con la integración se pierde menos tiempo y se rentabilizan mejor los recursos. La unión hace la fuerza", razonó Cabeza, quien señaló que el horizonte deseable supondría incluso dar un paso más: la integración de cooperativas.

Este experto en explotaciones agropecuarias no dudó en calificar la comercialización en el sector de "desastrosa", tanto en el aceite como en la aceituna: "Creo que la necesidad llevará a que haya cada vez más movimientos de concentración. Un mejor posicionamiento ante el cliente nos llevará a defender nuestros productos a unos precios más justos". No obstante, el ponente admitió que esta unión se hace "complicada", pues "los consejos rectores de las cooperativas se renuevan cada cuatro años, lo cual les da cierta inestabilidad. Las decisiones estratégicas de calado llevan mucho tiempo".

Cabeza indicó que la producción integrada del olivar ya "fomenta el asociacionismo de los agricultores, en tanto que pone en marcha la creación de agrupaciones de productores, en las que se comparten medios técnicos y humanos, y se realiza un asesoramiento conjunto. Nosotros vamos más allá, y promovemos el asociacionismo en todos los niveles de producción".

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