La Fiscalía ha rebajado su petición de pena de doce a cuatro años de prisión al acusado de acabar con la vida de un joven en el Port d'Alcúdia el 5 de abril de 2009, tras alcanzar un acuerdo de conformidad con su defensa por el que finalmente le atribuye un delito de lesiones dolosas en concurso con otro de homicidio imprudente -frente al provisional de homicidio-, mientras que también ha modificado sus conclusiones en relación a los otro cuatro inculpados por los mismos hechos.

Durante el juicio celebrado este jueves en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma, y que ya ha quedado visto para sentencia, la fiscal Adela Jiménez Villarejo ha mantenido que los cinco acusados se enzarzaron en torno a las 5.30 horas con otro grupo de cinco personas, entre ellas la víctima mortal, a las que comenzaron a dar patadas y a golpear. Acto seguido, Antonio G.L. propinó un violento puñetazo en la cabeza a Gabriel M.M., aunque sin la intención de provocarle la muerte, cayendo desplomado al suelo y falleciendo en el hospital dos semanas y media después.

Cabe señalar que en el caso de los otros cuatro procesados, el Ministerio Público solicita seis meses de cárcel para Víctor Manuel M.V. y Christian S.O. por un delito de lesiones (frente a los dos años de prisión que pedía anteriormente), e imputa dos faltas de lesiones al primero de ellos así como Silvia Yolanda G.O. y Rubén L.B., pidiendo seis meses de multa por cada una de ellas.

Tanto las dos acusaciones particulares personadas -en nombre de los padres del fallecido a través del letrado Carlos Barceló y de otro de los afectados a través de Lucía Díaz- como las defensas -ejercidas por Dolores García, Diego Wencelblat y Lucía Sánchez- se han adherido a las conclusiones de la fiscal. Se da la circunstancia de que la vista oral ya había comenzado y los cinco procesados ya habían declarado ante el tribunal, presidido por la magistrada Margarita Beltrán, cuando se han conformado las peticiones de pena, lo que suele suceder antes de que se celebre el juicio.

Es más, el principal acusado había llegado a negar ser él quien propinó el puñetazo a Gabriel M.M., sino que lo hizo Christian S.O., asegurando que únicamente medió en la pelea que se inició entre ambos grupos. En esta línea, aseveró que cuando se alejaba del lugar de los hechos vio a éste y a Víctor M.V. "moviendo las piernas" mientras la víctima estaba en el suelo, "aunque yo ya estaba lejos y no veía bien si eran patadas".

"Salí corriendo porque sabía que iba a haber problemas y que no paraban de pegarle", ha enfatizado Antonio G.O., defendido por la letrada Dolores García. Sin embargo, otro de los acusados, Víctor M.V., ha sido tajante al afirmar que el anterior dio a la víctima un puñetazo "muy violento y cayó desplomado", tras lo cual Antonio G.O., consciente de lo que había hecho, "se fue rápido".

Durante la vista los acusados han sido interrogados asimismo por un mensaje de móvil que, al parecer, les envió la novia del principal inculpado para buscar una "coartada" a fin de que no le pasara nada a su compañero sentimental. Sobre ello, la propia pareja del acusado ha negado que tuviera esa intención, mientras que Antonio G.O. ha asegurado no saber "nada" de ello.

"estaban esperándonos y querían pelea"

Tras ello, la acusación pública y las defensas han decidido acordar las conformidades, mientras que posteriormente se ha procedido a practicar las pruebas testifical y documental. Uno de los agredidos aquella noche ha aseverado que "me pegaron por lo menos tres veces" y que "estaban esperándonos porque querían pelea, pese a que nosotros queríamos parar". En cuanto a Antonio G.L., ha apuntado que se dirigió corriendo hacia Gabriel M.M. para golpearle y que "tal y como cayó, se quedó en el suelo, sin que hubiera tenido ninguna posibilidad de defenderse", ya que se encontraba de espaldas a su agresor.

Cabe recordar que a raíz del traumatismo craneoencefálico sufrido y los diversos hematomas, hemorragias y contusiones, Gabriel M.M., de 33 años, fue trasladado en coma inducido a Son Dureta, donde falleció el 23 de abril, debido principalmente al traumatismo. Mientras tanto, el resto de agredidos requirieron asistencia médica a raíz de las contusiones, heridas y fracturas provocados por los golpes recibidos.

La Fiscalía solicita por todo ello que Antonio G.L., quien se encuentra en prisión preventiva por estos hechos, indemnice a los padres de la víctima con 95.000 euros, y que el resto paguen a los demás afectados un total de 2.000 euros (frente a los 4.400 que solicitaba en su escrito de calificaciones provisionales).