El fotógrafo y comisario de la muestra 'Catalá-Roca. Obras maestras', Chema Conesa, ha calificado de "homenaje" a la fotografía documental del autor catalán, a la cual ha señalado como "su mejor faceta.

La muestra, que se expone desde hoy y hasta el 10 de octubre en la Sala Municipal de Exposiciones de San Benito de Valladolid, recoje cerca de un centenar de obras del "maestro de la fotografía" Francesc Catalá-Roca de los años 50 y 60, en los que el fotógrafo desarrolló su etapa documental.

Dicha exposición cuenta con la coproducción de la 'Fundación Pedro Barrié de la Maza y La Fábrica' ha llegado a Valladolid después de su estreno en Vigo, y posteriormente visitará otras ciudades como Madrid o Barcelona.

En la organización de la misma han participado también los hijos de Catalá-Roca, Martí y Andreu Catalá Pedersen, así como el Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC), que ha prestado las instantáneas pertenecientes a su archivo.

Conesa ha destacado que, para la selección de las imágenes expuestas, se han investigado los más de 200.000 negativos y 17.000 hojas de contacto, entre las que se ha encontrado entre un 30 y un 40 por ciento de fotografías inéditas o "poco conocidas".

Retrato de españa

La muestra se articula en espacios diferentes que permiten hacer "una relectura" de la trayectoria global del fotógrafo, a través de imágenes de paisajes urbanos y sus gentes, con el objetivo de hacer "un retrato de la España de aquella época".

El comisario de la exposición ha subrayado el rechazo de Catalá-Roca a considerarse como un artista, sino como un receptor de la realidad mediante la óptica y el encuadre, lo que llenó sus fotos "estética y profundidad", al tiempo que consideraba que "sólo había un disparo bueno", por lo que esperaba "al momento adecuado" para realizar la fotografía.

Para Conesa, este hecho le convertía en un "fotógrafo ausente" que no molestaba a sus retratados, algo que le permitió ser el único a quien Joan Miró permitía fotografiar en su lugar de trabajo.

A pesar de iniciarse en esta profesión con su padre, el fotógrafo y cartelista Pere Catalá Pic, Francesc rechazó el punto de vista artístico de su trabajo en un momento de auge del 'Pictorialismo', por lo que se mostró favorable a la elaboración de copias de sus instantáneas y no aceptó la práctica de otros compañeros que destruían sus negativos para revalorizar las fotos.

A la inauguración de la exposición acudieron, junto a Conesa, el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, y la concejal de Cultura, Comercio y Turismo, Mercedes Cantalapiedra.

Fotografía pura

León de la Riva destacó la obra de Catalá-Roca como "algo puro" y alejado de la manipulación "tan de uso hoy en día", al tiempo que le consideró como "uno de los grandes representantes de la vanguardia catalana y española".

Francesc Català-Roca (Valls, Tarragona, 1922- Barcelona, 1998) se inició en la fotografía con tan sólo 13 años en el estudio de su padre, Pere Català Pic, otro de los representantes de la vanguardia fotográfica y cineasta. Abrió su propio estudio en 1947 dedicado principalmente al campo de la fotografía industrial y de la ilustración.

Interesado también por el cine, en 1952 realizó un documental sobre la Sagrada Familia Piedras Vivas, galardonado ese mismo año con el primer premio del Festival de Ancona (Italia). Su participación en publicaciones de temática documental comenzaron inspiradas en esta obra de Gaudí. Es el caso de La Sagrada Família (Barcelona, 1952), Gaudí dissenyador (Blume, Barcelona, 1978) y Gaudí (Polígrafa, Barcelona, 1983).

En 1953 realizó su primera exposición individual en la Sala Caralt de Barcelona, muestra que al año siguiente fue expuesta en la galería Nebli de Madrid y comenzó sus colaboraciones en revistas de la época, como el semanario Revista y Destino, y con el grupo de arquitectos Grup R. Su obra empezó a caracterizarse ya por ser reflejo de la vida cotidiana de la España de la posguerra, abarcando todo tipo de temas desde el paisaje natural y urbano, hasta el reportaje gráfico.

Entre sus méritos como fotógrafo se cuentan el premio 'Ciudad de Barcelona' y el premio Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura en 1983, concedido por primera vez a un fotógrafo.

Exposiciones en el esterior

A lo largo de su trayectoria ha realizado numerosas exposiciones por todo el mundo y su obra ha viajado por Estados Unidos, Asia y Europa. Entre ellas destaca la antológica celebrada en el Museo de Arte Contemporáneo de Tarragona en 1998, dentro del marco de la Primavera Fotográfica de 1998.

Doce años después de su fallecimiento, su obra sigue constituyendo un referente para la nueva generación de fotógrafos españoles. La recuperación de su legado, con la publicación de numerosas fotografías aún inéditas, rinde un merecido homenaje al gran maestro.