La ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha defendido este jueves en Santander que la memoria es "esencial para no repetir los errores del pasado", y ha destacado que la gente necesita saber dónde están las víctimas, "conocer, poder tener ese momento de duelo físico, concreto, no ya solo el duelo abstracto que a veces hace que no termine nunca".

Bachelet realizó estas reflexiones en una entrevista en RNE, en la que participó Europa Press, al ser preguntada sobre la decisión del Consejo General del Poder Judicial de suspender de sus funciones al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón tras haberse abierto juicio oral contra él en el Tribunal Supremo por una presunta prevaricación que podría haber cometido al investigar las desapariciones del franquismo.

La ex presidenta de Chile eludió pronunciarse desde el punto de vista jurídico sobre la situación de Garzón, quien procesó al dictador chileno Augusto Pinochet por genocidio, torturas y asesinatos, y quiso hacer una reflexión "un poco más estratégica".

Así, tras señalar que "la experiencia chilena, y la de tantos pueblos, demuestra que la memoria es esencial, es fundamental para no repetir los errores del pasado", se preguntó "¿cómo asegurar que las futuras generaciones sigan conociendo aquello?", cuando los protagonistas de esos hechos ya no están.

Para Bachelet, que fue víctima de la dictadura chilena, esa cuestión tiene "varias áreas", como son la de conocer la verdad, "que además es una necesidad de las familias de las víctimas, y sobre todo, en una guerra civil como fue la española, donde hay víctimas de un lado y del otro", y además "la gente necesita saber donde están las víctimas, conocer, poder tener ese momento de duelo físico, concreto, no ya solo el duelo abstracto que a veces hace que no termine nunca".

La ex presidenta chilena, que es médico de profesión, hizo un símil sanitario para afirmar que "cuando hay una herida que está sucia, no se regenera, y para que una sociedad sane bien sus heridas, requiere que por un lado la justicia desempeñe su papel, y por otro, y me llama la atención que en España no haya sido la norma, que se desarrolle con mucha fuerza la memoria", todo ello "sin buscar venganza, para construir un futuro donde no pase nunca más".

Bachelet, quien cuando iba a tomar posesión de su cargo confesó que ha consagrado su vida a "revertir la garra" del odio y convertirlo en comprensión y tolerancia, señaló que cree en ese proceso "firmemente" aunque confesó que no es "un ángel" y que ha habido momentos en que ha tenido " bronca, odio, rabia, dolor".

"Pero en la medida que transcurría el tiempo, antes de la democracia, y luego en la democracia, fue esa convicción profunda de no querer que eso lo viviera nadie más", dijo Bachelet, quien considera que "no hay una receta" para erradicar el resentimiento, y que eso se logra con "una convicción profunda de que somos todos necesarios en un país; que vamos a tener diferencias, tensiones entre intereses económicos, sociales, culturales, pero que la obligación de todos los que vamos a seguir viviendo juntos en una misma patria o en un mundo es entenderse".

Medidas muy graves

Por otro lado, y respecto a la decisión del Gobierno francés de expulsar del país a los gitanos de origen búlgaro y rumano que residen de forma ilegal, Bachelet considera que se trata de "medidas muy graves".

Tras opinar que muchas veces, lo que mueve a las sociedades cuando apoyan medidas de esta naturaleza "es el miedo", expresó su confianza en que "a estas alturas del siglo XXI la humanidad tenga respuestas mejores para enfrentar situaciones que todos los países vamos a tener siempre frente a una crisis, y claramente yo rechazo ese tipo de medidas", resaltó.

Además, la ex mandataria chilena recordó que cuando se produjo el golpe de Estado en Chile, muchas personas, entre ellas, ella misma, "salimos a muchas partes buscando sobrevivir" y agregó que cuando Chile "ha estado bien", han llegado personas provenientes de países vecinos buscando nuevas oportunidades.

"Somos un país que nace justamente de la migración de europeos, de españoles", recordó Bachelet, quien destacó que las migraciones "han implicado oportunidades a las naciones; hay gente espléndida que ha aportado mucho en el desarrollo de los países y la migración contribuye a enriquecer una sociedad", concluyó.