Este incremento medio se aplicará a los billetes de los citados recorridos a partir del uno de febrero.

La propuesta de incremento ha tenido en cuenta el canon que Renfe Operadora debe comenzar a pagar al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) por el uso de la vía, y que en el caso particular de la Alta Velocidad es superior al 20 por ciento de los gastos totales, y para las Grandes Líneas, se sitúa entorno al 10 por ciento.

Por otra parte, a este nuevo gasto se suma el incremento del coste de la energía que, por ejemplo, en el caso del gasóleo ha experimentado un aumento de más de un 30 pro ciento con respecto al 2004.

No obstante, Renfe Operadora quiere dejar claro que en los últimos seis años el incremento tarifario ha subido por debajo del IPC. El IPC ha tenido un incremento global entre 1999 y 2005, de un 25,25 por ciento, mientras que las tarifas de Alta Velocidad en el mismo periodo han aumentado un 18,62 por ciento, y las Grandes Líneas un 17,47 por ciento.

En cuanto a los trenes regionales y los cercanías, las mismas fuentes indicaron que "dado su carácter se servicio público" deberá ser la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, la que decidirá la próxima semana el incremento de las tarifas para estos trenes.