El PP ha anunciado que dará "un voto de confianza" al recorte presupuestario de entre un 4 y un 7 por ciento del próximo año si se aplica en las áreas en las que sea necesario, y si, por ejemplo, supone un adelgazamiento en la estructura de la administración, pese a que, según ha destacado, se trata de una medida "improvisada y que llega tarde".

El Grupo Parlamentario Popular, que ha dicho que esperará a tener más información para valorar la iniciativa, ha señalado en un comunicado que "desconfían" de dónde se van a aplicar estos recortes porque, a pesar de que el conseller de Economía y Hacienda, Carles Manera, dijo este miércoles que no afectaría a Educación, Sanidad o Servicios Sociales, es una "promesa antigua que ya incumplieron" en las cuentas públicas de este año, donde hubo recortes en Sanidad (100 millones) y Educación (40 millones).

Según los 'populares' no rebajar el presupuesto de estas áreas es "lo mínimo" a lo que el Ejecutivo balear se debe comprometer después de haber practicado recortes en ejercicios anteriores.

La formación ha destacado que es "otra medida tardía" de un Ejecutivo que ya "se negó a reconocer la crisis hasta el último momento".

En este sentido, el PP ha recordado que los dos primeros presupuestos de esta legislatura fueron cuentas para una época de bonanza, en las que "se incrementó notablemente el endeudamiento" de la comunidad, "en lugar de adaptarse a la situación real". Estos hechos, según el partido, han provocado que ahora se tengan que hacer "recortes improvisados deprisa y corriendo".

Cabe recordar que el conseller reveló este miércoles que serán unos presupuestos "restrictivos, siguiendo la tónica de 2010", al tiempo que aclaró que las restricciones que deberá aplicar la comunidad a las cuentas el próximo año vienen dadas por organismos supranacionales como el Banco Central Europeo, entidad que limita el déficit de todos los países de la Unión Europea con el fin de facilitar su acceso al mercado internacional del crédito.